Las acciones de Facebook registraron ayer una baja de 19 por ciento. Se trata de la peor caída desde que el gigante tecnológico comenzó a cotizar en la bolsa de Estados Unidos. La pérdida de capitalización de la empresa sumó 115 mil millones de dólares, una cifra similar a 2 veces las reservas internacionales de la Argentina. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, fue uno de los más afectados por el desplome: su riqueza personal bajó de 86 a 70 mil millones de dólares. La compañía viene enfrentando importantes dificultades judiciales este año por el uso de los datos de los usuarios. Y los inversores castigaron la acción tras la publicación del último balance de la firma, que no cumplió la meta proyectada de nuevos usuarios. 

Zuckerberg tiene 34 años y desde 2010, es decir a los 26 años, ya había entrado en la categoría de las 100 personas más influyentes y poderosas del planeta, según la lista que elabora la revista Time. Su plataforma no sólo lo convirtió en uno de los 10 individuos de mayor riqueza en el mundo sino que le permitió extender sus negocios en todos los continentes. La corta edad de Zuckerberg y el domino territorial de su emprendimiento lo vuelven una especie de Alejandro Magno moderno.

La presentación de los balances contables de Facebook provocó tensión en el mercado, por el fracaso de la firma para cumplir con la proyección de usuarios activos planificada para la mitad de año. Los inversores especulaban con un promedio conectado por día de 1490 millones de usuarios, pero la cifra presentada en el balance estuvo por debajo de esa expectativa en casi 20 millones. 

 El castigo de los inversores no fue por el presente de la firma sino por la tendencia futura. Los números serían buenos para cualquier otra compañía del sector digital. Los usuarios activos subieron 11 por ciento contra el año pasado y la empresa embolsó en el segundo trimestre beneficios por 5106 millones de dólares, cuando había obtenido 3894 millones en igual período del año pasado. Los inversores, no obstante, pusieron reparos por la facturación. El consenso de Wall Street proyectaba ingresos por 13.360 millones de dólares pero el resultado fue de 13.231 millones.

La pérdida diaria de Facebook marca un hito en la bolsa norteamericana. La firma tuvo un retroceso de capitalización equivalente al 25 por ciento del PBI argentino. De todas formas, los números de la caída se relativizan cuando se revisa el avance de los últimos años. La red social marcó en 2017 una suba de las acciones del 53,4 por ciento, mientras que anotó un avance del 9,9 por ciento en 2016. La firma salió a cotizar a la bolsa el 2 de agosto de 2013 con un precio de 38 dólares por acción y ahora, tras la caída de ayer, se ubica en 176 dólares, es decir un aumento de 363 por ciento. 

El ataque contra Facebook fue muy importante este año desde distintos frentes. Una de las respuestas de por qué esta empresa fue la más golpeada con acciones judiciales por el mal uso de los datos de sus usuarios es política. A mediados del año pasado, el dueño de la red social dejó trascender que quería postularse a la presidencia de Estados Unidos en 2020 (o 2024). En revistas como Vanity Fair aseguraron que “Zuckerberg tiene aires de emperador. Lo reconocen las personas de su séquito. Es un nerd que ama los juegos de estrategia como Risk o Civilization, disfruta de Games of Thrones y comenzó a cultivar habilidades políticas en los últimos años”. 

Los meses posteriores a que circulara ese rumor empezaron a ser una pesadilla para las autoridades de Facebook. Zuckerberg terminó en marzo de este año presentándose a declarar en el Congreso de Estados Unidos por el escándalo de Cambridge Analytica, la empresa que usó los datos de la red social para armar un perfil minucioso del votante norteamericano para la campaña presidencial de 2016. La imagen del empresario joven y brillante se transformó en la de un especulador con avaricia ilimitada. Los medios de comunicación jugaron un rol notable en el escándalo y algunos grandes accionistas de la firma llegaron a pedir la salida de Zuckerberg del directorio.