@Uno de los denunciados como médico trucho en Cañuelas, Felipe Nori Haggi Lacerda, fue descubierto porque subió a las redes sociales fotos de su torta de casamiento en la que no coincidía su nombre real con los datos que había aportado al hospital al inscribirse como médico. Nori Haggi Lacerda contrajo matrimonio con Leandro Acevedo, un agente de la Policía de la Ciudad, quien a partir del escándalo fue suspendido por estar sospechado de colaborar con su esposo en la falsificación de documentos. Además, surgieron nuevas denuncias de mala praxis que involucran a Nori Haggi Lacerda. Envuelto en el escándalo, el director del hospital, Federico Pequeño, anunció su renuncia a partir del 31 de julio, y ya renunció el jefe de Emergencias del Hospital Marzetti, Hernán Carpio.

Felipe Nori, el modelo brasileño contratado como médico por el hospital ubicado en Cañuelas no estaba recibido y, para poder ejercer, utilizó el nombre, el DNI, el título legalizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la matrícula de un compatriota. Cuando comenzaron las sospechas y le pidieron los documentos originales no volvió a Cañuelas. Desde entonces resulta inhallable.

Según la investigación, la pista clave fue una foto de la torta de casamiento de Nori que subió a las redes sociales. Ahí se veían las iniciales “L” y “F”, correspondientes a los nombres de los cónyuges, Leandro y Felipe. Sin embargo, en el Hospital Marzetti Nori trabajaba bajo el nombre de Joao Peixoto Dos Santos Neto. Ni una “L”, ni una “F”.

Acevedo, quien trabaja como oficial primero de la Policía de la Ciudad, está sospechado de haber ayudado a su esposo a falsificar la documentación. “La Oficina Transparencia y Control Externo ha iniciado un sumario administrativo y el pase a disponibilidad del oficial en cuestión”, informó en un comunicado el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad.

El acta de matrimonio que Nori presentó en el hospital para justificar su licencia también fue falsificada. La original tiene su nombre real, pero en el Marzetti entregó una copia en la que figura como Neto.

De acuerdo a la investigación realizada por el diario El Ciudadano Cañuelense, Nori llegó a Argentina para estudiar medicina gracias a un convenio entre el Instituto Sul-Americano de Pesquisa e Desenvolvimento (Isped) de San Pablo y la Facultad de Medicina de Morón. La institución educativa confirmó que Nori cursó materias de la carrera, pero que aún no estaba recibido. Quien figura en el Registro Público de Graduados Universitarios del Ministerio de Educación de la Nación es Neto. El médico figura como recibido de la Universidad de Morón y cuenta con certificado analítico y diploma en regla.

Nori también comenzó a trabajar como modelo. Se inscribió en la web modelmanagement.com, donde había fotos suyas semidesnudo. Cuando se hizo público el escándalo, las imágenes desaparecieron y cerró su página de Facebook y su perfil de Instagram.

El modelo brasileño fue contratado por el Hospital Marzetti el 1º de agosto de 2017 por cinco meses y renovó el acuerdo a principios de este año hasta el 30 de junio. Sin embargo, Nori dejó de ir al hospital poco después de su casamiento. En su contrato figura el nombre de Neto y cuenta con la firma de Federico Pequeño, director de la institución, quien ya hizo pública su renuncia y dejará su cargo el 31 de julio. 

Todavía no se determinó de quién es la responsabilidad de haber admitido a los falsos médicos en el Marzetti. Además de Pequeño, el jefe de Emergencias del hospital, Hernán Carpio, dio un paso al costado “por las críticas que estoy recibiendo”. Carpio y la coordinadora de Guardias, Fabiana Pereyra, fueron acusados por Pequeño y por Diana Bracia, la administradora, por haber contratado a Nori y a Thais Soares Costa, otra falsa médica. En la presentación que hicieron Bracia y Pequeño ante la intendente de la localidad, Marisa Fassi, afirman que sospechan de la verdadera identidad de Nori por las fotos que publicó de su casamiento en Facebook. Este documento fue publicado por el sitio web Cañuelas Ya.

Tanto Nori como Soares también fueron denunciados por cobrar salarios excesivamente altos. Trascendió que tenían salarios superiores a los cien mil pesos por mes haciendo guardias. Es decir, por cada guardia de lunes a viernes percibían cinco mil pesos y seis mil los fines de semana.