“En el año y medio que pasó desde que Barack Obama dejó el cargo, se han escrito docenas de libros sobre su administración, incluyendo las memorias de su fotógrafo oficial, su taquígrafo, su director de comunicaciones, sus asesores de política exterior y su director de inteligencia nacional; aquello sin mencionar las memorias de los propios Obamas. Pero solo uno de esos títulos incluye un capítulo donde el expresidente irrumpe en el antro de una pandilla de Delaware portando muy casualmente una escopeta, y rescata a Joe Biden de un grupo de motociclistas enojados y armados”, advierte la crítica literaria Alexandra Alter, antaño periodista de The Wall Street Journal, al presentar flamante (y peculiarísima) novedad. El reciente lanzamiento en Estados Unidos de la novela de misterio y superacción Hope Never Dies, bestseller que imagina a Barack y a su exvicepresidente como detectives amateurs (uno, Obama, cual analítico Sherlock Holmes; el otro, Biden, cual impulsivo Watson) que, intentando develar la sospechosa muerte de un amigo, acaban resolviendo la ruta del opio. En el ínterin: policías corruptos, moteles, narcotraficantes. Primer título de varios, conforme adelante su autor, Andrew Shaffer (The Day of the Donald: Trump Trumps America!, Fifty Shames of Earl Grey y Catsby, entre otros), Hope Never Dies explora además la relación de amigotes de esta dupla de políticos norteamericanos en ¡300 páginas! E incluye escenas un tanto... exageradas. Biden, por caso, cuelga de un tren en movimiento; y Barack se carga a una troupe de maleantes mientras uno dice: “Claro, es el tipo que asesinó a Bin Laden”. ¿El descargo del autor? “Entiendo que algunas personas critiquen lo inverosímil de estos tipos actuando de semejante manera, pero a ellos les digo: ¿No les encanta imaginarlos de este modo?”.