El Ministro de Seguridad provincial Maximiliano Pullaro no descartó ninguna hipótesis sobre las balaceras en Zeballos al 2500 y en Dorrego al 1600, aunque apuntó que “siempre aparece la sospecha” sobre Los Monos. Con los de la noche del jueves, suman ocho los atentados a personas vinculadas con el juicio e investigación a la banda de los Cantero, dos a ex viviendas del juez Ismael Manfrín, tres a familiares del juez Juan Carlos Vienna, y a los ex integrantes de la División Judiciales, Ariel Lotito y Luis Quebertoque. Para Pullaro, los ataques "son un claro mensaje de amedrentamiento no sólo para la justicia, sino para algunos policías y a algunos funcionarios del gobierno. Esto deja en claro una decisión que tomó el Estado provincial de trabajar y no dejar impune a estos delincuentes y condenarlos con penas ejemplares". Por otra parte, el ministro cuestionó que encuadren los ataques en amenazas o abuso de armas, que son delitos excarcelables.  

El primer hecho ocurrió en la zona de Zeballos 2500 aproximadamente a las 23. El Fiscal de Flagrancia, Iván Enríquez, dispuso la intervención del gabinete criminalístico de la PDI para realizar pericias en el lugar, toma de testimonios y relevamiento de cámaras de seguridad en la zona. Allí secuestraron 8 vainas servidas calibre 9mm. Según los primeros indicios, aún por corroborar, el ataque lo habrían realizado 2 personas que se trasladaban en motocicleta.

El atentado al domicilio de calle Dorrego 1600 fue a las 0.45. El Fiscal Enríquez recibió ayer a la mañana las actuaciones policiales. Fueron 17 detonaciones al frente del edificio, se levantaron 17 vainas servidas 9mm. Según informaron desde Fiscalía, el cotejo balístico arrojó que las vainas secuestradas en ambos hechos no pertenecen a una misma arma de fuego. En ambos casos, no descartan ninguna hipótesis sobre la posible motivación y direccionamiento de la agresión.  

“No está claro a quién fue dirigido, en el domicilio vive el padre de un perito policial y enfrente vive un alto dirigente de Central”, dijo el ministro Pullaro sobre el atentado a la vivienda de calle Zeballos. El ex intendente Horacio Usandizaga había vendido esa propiedad en 1975 al padre del perito balístico Ricardo Brachetta, actual ocupante de la vivienda atacada. Respecto al de calle Dorrego, el funcionario señaló: “Puede tener una vinculación con la jueza Marisol Usandizaga porque su padre tuvo su oficina ahí”, agregó respecto al ataque en calle Dorrego, aunque advirtió: “No descartamos otro motivo”.

“El mensaje es de amedrentamiento, de generar miedo y terror en el Estado, pero también le decimos a la sociedad que no lo van a lograr", enfatizó Pullaro. "Hay una decisión de seguir avanzando sobre estos grupos criminales para que estén tras las rejas y paguen por los crímenes que cometieron", añadió sobre el octavo ataque a domicilios de personas relacionadas con la causa que condenó a 19 imputados de integrar la banda de Los Monos.

El ministro sostuvo que se está trabajando "fuertemente para evitar que estos ataques se reiteren", y adelantó que el gobierno provincial “tiene pistas concretas” sobre los ataques a Manfrín y Vienna. Además, consideró que “este tipo de delito es de muy baja pena”. En ese sentido, Pullaro expresó: “Si alguien pasa por delante de un domicilio y dispara es posible que se le impute amenazas con arma de fuego, que tiene una expectativa de pena de tres meses a un año, o abuso de arma, que tiene una pena de uno a tres años. Esos son delitos excarcelables".