Mauricio Macri sacó a pasear a la “tormenta” por el mundo. Durante su exposición en Sudáfrica, donde se llevó adelante la cumbre del BRICS, el Presidente no pudo evitar hacer referencia a la crítica situación del país. “Los argentinos decidimos avanzar en un nuevo camino, enfrentando los problemas y tratando de resolverlos en lugar de esconderlos. Hace unas semanas, la economía hizo frente a una tormenta debido a la volatilidad externa y a algunos factores domésticos”, afirmó para luego ratificar el rumbo: “tenemos las herramientas para superarla y mantener el curso. Estamos convencidos de que estamos haciendo los esfuerzos correctos”. Durante su estadía en Johannesburgo, Macri se reunió con su par brasileño Michel Temer y, además, defendió el decreto que habilitaría el involucramiento de las Fuerzas Armadas en seguridad interior. Lanzó que, pese a la masiva movilización del jueves, esa decisión “le cayó bien a la mayoría de los argentinos”.
Luego de mantener el día jueves reuniones bilaterales con los jefes de Estado de China, Xi Jinping, de Rusia, Vladimir Putin, y de India, Narendra Modi, Macri tuvo ayer una reunión con su par brasileño Michel Temer. Según se informó oficialmente, ambos “repasaron los avances hacia un acuerdo entre el Mercosur y de la Unión Europea (UE) que permita potenciar el intercambio comercial entre ambos bloques económicos”. No hubo, o al menos no trascendió, referencias a la compleja situación política y judicial que involucra al ex presidente Lula Da Silva. “Hicieron hincapié especialmente en las diferencias que aún persisten dentro del bloque regional, entre ellas, en el sector automotor y el de vinos. Macri le propuso a Temer organizar una reunión de ministros de ambos países para la segunda quincena de agosto a fin de ajustar detalles en ese sentido”, señalaron desde la Casa Rosada.
El mandatario argentino tuvo su momento de mayor exposición al disertar en la cumbre realizada bajo el lema “Colaboración para el Crecimiento Inclusivo y la Prosperidad Compartida en la Cuarta Revolución Industrial”. Allí el mandatario argentino se alineó con el discurso liberal en contra del proteccionismo impulsado por el norteamericano Donald Trump. “Es momento de fortalecer la gobernanza global. Con franqueza, pero con respeto; con principios, pero con soluciones prácticas. La escalada de medidas unilaterales y de represalias tienen un potencial impacto sistémico en el crecimiento y ejercen presión sobre la eficacia del multilateralismo. Debemos ser capaces de construir consensos que acomoden las diferencias e impulsen los intereses comunes”, subrayó. Luego de sacarse fotos con los principales mandatarios de la cumbre afirmó: “El multilateralismo no es, ni debe ser, un ritual de fotos para la prensa sino un seguro contra la discrecionalidad del poder y un compromiso con la coexistencia global a la que estamos destinados”.
Utilizando su condición de presidente protémpore del G20, Macri intentó también posicionarse como un líder regional. “Estamos llevando adelante la presidencia con una visión desde el Sur, con el objetivo de transmitir la voz no solo de un país, sino de toda una región”, sostuvo y agregó que “América Latina y el Caribe tienen mucho que ofrecer al orden mundial, a través del talento de su gente, su rica dotación de recursos naturales y como zona de paz y cooperación”.
Por fuera del discurso, Macri salió a hablar con medios argentinos sobre temas de la agenda local. Respecto de la movilización de organismos de derechos humanos al Ministerio de Defensa en repudio a la militarización, Macri aseguró que “no hay que seguir condenando a varias generaciones después por un drama que se vivió en el país, un hecho que quedó en el pasado”. El mandatario consideró que su “compromiso democrático” está “fuera de discusión”.