Ayer se concretó el despido de 232 personas que trabajaban en la Unidad de Gestión de Proyectos Nucleares de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (Nasa), que depende del Ministerio de Energía. La causa de estos despidos masivos es el corte del financiamiento para la ejecución de proyectos nucleares en el complejo de Atucha, en particular, para la construcción de Atucha III, la cuarta central nuclear.
Los gremios de Luz y Fuerza, ATE y la Uocra, que participan en la gestión de las centrales nucleares, se declararon en estado de alerta y movilización y está previsto un paro general para la semana que viene. Se calcula que desde el comienzo de la gestión Cambiemos el personal de la empresa Nasa se redujo en unas 1600 personas entre despidos, jubilación anticipada y retiros voluntarios. Desde UPCN también alertaron por 9 despidos en la estatal Dioxitek.
“Esto empezó hace un año con las empresas contratistas y se veía venir que ahora afectaría a la planta permanente. Hay mucha tristeza, los trabajadores de esta empresa están muy identificados por el proyecto nuclear”, contó un empleado de NASA a este diario. Un dato saliente de la nueva avalancha de despidos es que se trata de trabajadores de planta permanente, algunos con muchos años de antigüedad, que volvieron a la actividad nuclear con la reactivación de Atucha II.
Hasta ahora, los despidos en el sector venían castigando al personal contratado o de constructoras con tareas de mantenimiento. Ayer fueron 232 despedidos pero esa cuenta se ampliaría bastante más, según especulan fuentes gremiales y de la propia compañía. NASA es una empresa estatal cuyos gastos operativos financia con la venta de energía eléctrica que genera Atucha I y II.
Los despedidos se desempeñaban en su totalidad en la Unidad de Gestión de Proyectos Nucleares, vinculada a la construcción de la cuarta central nuclear Atucha III, un proyecto que acordó con China bajo la gestión presidencial anterior. Atucha III iba a ser un reactor de uranio natural y agua pesada con capacidad de generación de 760 MW para aprovechar la experiencia y los recursos que el país tiene en esa área luego de haber concluido Atucha II. Para contemplar el interés chino en vender al país un reactor de uranio enriquecido y agua liviana se acordó además una quinta de uranio enriquecido y agua liviana de 1000 MW. Desde un comienzo, el Gobierno de Mauricio Macri esquivó el avance en estos proyectos nucleares, aunque el nuevo escenario de fuerte ajuste fiscal bajo la tutela del FMI los terminó de enterrar. Se espera en general un fuerte recorte de fondos para las empresas estatales, con el reciente caso testigo de Télam, en donde también hubo despidos masivos que afectaron a 354 personas.
Los gremios ayer hicieron sentir su reacción. “Era algo que veníamos previendo, dada la cancelación de Atucha III y la postergación de la quinta central nuclear por la presión del FMI. La política de Cambiemos está destruyendo nuestra generación energética nuclear y es un golpe muy grande para la zona. El sector más afectado va a estar en la Unidad de Gestión, preparado para la construcción de centrales nucleares,que tenía en 2015 618 empleados, y no van a quedar ni 100”, dijo Fernando Pérez, representante de ATE y trabajador de Atucha. En tanto, Luz y Fuerza seccional Paraná ya convocó al paro por tiempo indeterminado.
La anulación del proyecto Atucha III no sólo afecta a los trabajadores directos sino también a un grupo de unas 80 empresas, calcula la UOM, que iban a ser proveedoras de la central. En su mayoría se trata de pymes metalúrgicas junto a las empresas dedicadas a la obra civil.
Días atrás, a la salida de una reunión del Concejo Deliberante de Zárate se dio el siguiente intercambio verbal entre el concejal por parte de Cambiemos, Julián Guelvenzú y dirigentes gremiales zonales, según consignó el diario La Voz de Zárate. “No hagan la Central Nuclear si no quieren, pero dame obras para los compañeros, necesitamos trabajo”, le dijo Julio González, de la Uocra, al dirigente de Cambiemos. “Las decisiones políticas se están tomando por un tema presupuestario”, le respondió Guelvenzú. “El préstamo chino lo iba a pagar la generación de energía. No le mientan a la sociedad”, interpeló Ernesto Simionato, trabajador de NASA. “Ustedes van a terminar en el fondo de la historia, los trabajadores están movilizados, los padres y las madres de los chicos vienen a las escuelas a decirnos que se quedaron sin trabajo, y los responsables fueron ustedes. Cerraron las empresas químicas, quieren cerrar la obra de la central nuclear. Este pueblo tiene historia de lucha”, le dedicó Christian Poli, de Suteba.