Leonardo Mayer (36º) jugará por tercera vez en su carrera la final del ATP 500 de Hamburgo, instancia a la que accedió ayer al vencer al eslovaco Jozef Kovalik (113º), en una batalla de casi tres horas.
El Yacaré se recuperó de un primer set en contra y salvó un match point en el tercero para imponerse por 6-7 (6-8), 6-4 y 7-6 (9-7), en un partido en el que los servicios marcaron la pauta, con muy pocas opciones de break concedidas (dos por cada lado).
El argentino, de 31 años, volvió a demostrar que no hay torneo en el mundo que le siente tan bien como el de Hamburgo –llegó con apenas dos victorias en nueve torneos–. En la ciudad del norte alemán ganó sus dos únicos títulos ATP, en 2014 (imponiéndose a David Ferrer) y 2017 (dejando en el camino al local Florian Mayer. luego de ingresar al certamen como lucky loser), y hoy tendrá la posibilidad de sumar un tercero.
En la final, que será la quinta de su carrera, Mayer enfrentará al tenista georgiano Nikoloz Basilashvili (81º), que con su triunfo ante el chileno Nicolás Jarry (69º) impidió que hubiera una final sudamericana en tierra germana. Jarry, que había logrado el viernes la mejor victoria de su carrera al sorprender en cuartos de final al austríaco Dominic Thiem –ocho del mundo y primer cabeza de serie del torneo–, cayó ayer por 7-5, 0-6 y 6-1, tras una hora y 36 minutos de juego. El chileno peleó el primer set, que acabó cediendo por un ajustado 7-5, y reaccionó con orgullo en el segundo, en el que le endosó un contundente 6-0 a su rival. Pero el georgiano recuperó su mejor tenis y se hizo con la manga definitiva por un contundente 6-1.
El torneo de Hamburgo se disputa sobre arcilla, reparte 1.619.935 euros en premios y el partido decisivo será televisado por Espn, no antes de las 10 de la mañana argentina.