No importa cómo. Si es por Copa Argentina, River gana. Sin el lucimiento de anteriores presentaciones, el vigente bicampeón llegó ayer a su decimocuarto triunfo consecutivo en el certamen, donde no pierde desde julio de 2015 (0-2 con Central). Esta vez lo sufrió Villa Dálmine, de la Primera B Nacional, que a pesar de dominar durante buena parte del encuentro sufrió la contundencia de las figuras millonarias y se llevó un 1-3 de Formosa. En octavos, los de Núñez esperan por el vencedor de Platense y General Lamadrid.

Con la mira puesta en el choque de Libertadores frente a Racing (jueves 9), los dirigidos por Marcelo Gallardo cerraron con otro triunfo su segundo partido oficial de la 2018-2019. El anterior había terminado con un voluptuoso 7-0 sobre Central Norte de Salta, que milita en el Federal B, en un encuentro donde no hubo equivalencia alguna. El de ayer, sin embargo, no tuvo el mismo tenor. Es que Dálmine, a pesar de lo que indicaba el guión de un duelo entre equipos de diferentes categorías, salió a atacar a su rival desde el inicio. Fue así que rápidamente forzó la intervención de Franco Armani, que se lució sacando un cabezazo a quemarropa –aunque no tan bien colocado– del delantero violeta Martín Comachi. El número uno millonario volvió a ser titular y a mostrar el nivel que lo llevó al Mundial de Rusia.

Con un juego vertical que lo llevó a ubicarse en campo rival, Dálmine fue superior durante gran parte del primer tiempo. Sin embargo, a River le bastó con pisar dos veces el área en los primeros quince minutos para hacer la diferencia. Primero había avisado Pratto con un disparo y luego, a los 13, Scocco bajó un pelotazo de manera magistral y el arquero Dobboletta, que había apostado al mal control del delantero, se lo llevó por delante. El árbitro cobró penal y Gonzalo Martínez puso con mucha tranquilidad el 1-0. El peso de los apellidos riverplatenses se hacía notar en el resultado, mientras del otro lado los voluntariosos Jourdan y Estigarribia chocaban, para colmo, con los palos que se hacían aliados de Armani.

El segundo tiempo sirvió para acentuar la diferencia de categoría. Un nuevo buen comienzo de Dálmine fue rápidamente apaciguado por una gran combinación millonaria en ataque que terminó con definición de Ignacio Fernández, previa asistencia de Pratto. Minutos después, a los 59, Pratto puso el 3-0 con una notable definición sobre la humanidad de Dobboletta. El desánimo se hizo sentir en los derrotados a quienes sólo les quedó observar cómo los de Gallardo circulaban la pelota prolijamente. Sobre el final, llegó el gol del honor cuando Martinich desvió con la panza un cabezazo para vencer la resistencia de Armani. Sustentado en las labores de su arquero, su defensa –donde se destacaron Martínez Quarta y Pinola– y la efectividad de sus delanteros, River volvió a ganar y va tomando forma en la Copa Argentina mientras piensa en la Libertadores.