El seleccionado argentino de fútbol tendrá que ser paciente para poder quitarse de encima la frustración que le provocó Francia en la ciudad de Kazán, durante el Mundial de Rusia. El plantel, con muchos nombres diferentes, buscará clasificarse primero a la Copa del Mundo de Qatar, y en ese país empezar recién a olvidar el dolor que dejaron instalado los franceses, actuales campeones del mundo. Lo que transcurrirá en el medio será más tiempo, y para el 2022 habrán pasado 36 años del último título ganado en México. Los dos campeonatos que obtuvo Argentina empiezan a quedar demasiado lejos, a partir de la sucesión de decepciones que vienen ofreciendo los mundiales. De las dos finales que volvió a jugar el seleccionado luego de 1986, en Italia ‘90 y en Brasil 2014, fue la última donde se estuvo más cerca de obtener el tercer logro, debido a que en la anterior quedó demasiado lejos de los alemanes en lo futbolístico.
El letargo en el que ingresó Argentina provocó que otros conjuntos comiencen a estar más cerca, en relación a la jerarquía que fue ganando el conjunto nacional. Por ejemplo, con sus dos títulos mundiales, más el subcampeonato en 2006, Francia ya ingresó en el sitio de las potencias. Ese lugar estuvo integrado por cinco durante años: Alemania, Italia, Brasil, Argentina, Inglaterra. Ni siquiera Uruguay pudo mezclarse entre ellos, a pesar de los campeonatos ganados en 1930 y en 1950.
De esa manera, Argentina e Inglaterra (campeón en 1966) están siendo superados por otros equipos que obtuvieron más prestigio en la última década, como sucedió con España (ganó en Sudáfrica 2010).
Los mundiales seguirán apareciendo, y si Argentina continúa estirando los años sin conseguir títulos, corre el riesgo de que el brillo que le dieron precisamente aquellos dos certámenes empiece a opacarse, algo que viene sucediendo con los ingleses. Y ambos bajarán un escalón para situarse en el mismo nivel que Uruguay, que dejó de pertenecer a la elite hace tiempo.
La acumulación de malas decisiones y de programas futbolísticos erróneos, están provocando que Argentina se desvanezca en el plano internacional. El cambio de autoridades en la AFA tampoco parece estar en el camino correcto para tratar de evitarlo.