Ahed Tamimi, la adolescente convertida en ícono de la resistencia palestina por haber sido condenada a causa de abofetear e increpar a dos soldados israelíes, salió ayer de la cárcel. Luego de una prisión de casi ocho meses, la joven fue recibida por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y anunció que continuará con su lucha.
“Mi mensaje es que la lucha va a continuar, especialmente nuestra lucha para conseguir igualdad de derechos”, dijo Ahed, vitoreada por sus seguidores y frente a los numerosos periodistas reunidos fuera de su casa en el pueblo de Nabi Saleh. La joven de 17 años y su madre, que también fue detenida tras el incidente, fueron trasladadas por la mañana por soldados israelíes desde la prisión de Ha Sharon (Israel) hasta Nabi Saleh, en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde hace más de 50 años. A su llegada al pueblo, ambas se abrazaron llorando a los familiares y amigos que habían llegado a recibirlas. Luego la adolescente, su madre y su padre entraron a su casa bajo los gritos de la gente: “¡Queremos vivir en libertad!”.
En una conferencia de prensa que ofreció poco después en el pueblo, Ahed dijo estar muy contenta de haber regresado con su familia, pero que esa alegría se veía empañada porque seguía habiendo prisioneros detenidos, muchos, menores como ella. “Espero que las campañas que se organizaron por mí vayan a continuar, para todos los niños que permanecen en prisión”, dijo, a su vez, Tamimi, quien aseguró que esta experiencia le había hecho decidir estudiar Derecho para seguir con su lucha. Según la organización israelí defensora de los derechos humanos Betselem y la palestina Addameer, a finales de mayo pasado había 291 menores palestinos recluidos en cárceles israelíes.
Después de la conferencia, en la que se negó a responder preguntas de periodistas de medios israelíes -según ella- por la cobertura injusta de su causa, la adolescente viajó a la ciudad de Ramalá. Allí, hizo una ofrenda floral en la tumba del líder palestino Yasser Arafat, y acudió a la sede de la Autoridad Palestina, donde se reunió con el presidente Abbas. “Ahed Tamimi es un modelo de la lucha palestina por la libertad, la independencia y el establecimiento de nuestro propio Estado palestino”, indicó Abbas, según un comunicado de la agencia de prensa palestina Wafa.
La joven fue detenida el 19 de diciembre de 2017, unos días después de la grabación del video, que se volvió viral, en el que abofeteaba a dos soldados israelíes. En las imágenes se la ve acercándose junto a su prima, Nur Tamimi, a los oficiales que estaban en el patio de su casa. Las dos adolescentes les piden que se vayan y luego los golpean y les dan bofetadas. El suceso tuvo lugar después de unos disturbios en los que uno de sus primos, de 14 años, había recibido un disparo con bala de goma en la cabeza.
Ahed tenía 16 años cuando la arrestaron. El juicio de la adolescente ante un tribunal militar tuvo una gran cobertura mediática y el pasado 21 de marzo fue condenada a ocho meses de prisión. Como Cisjordania es un territorio ocupado militarmente por Israel, los palestinos que viven allí son juzgados por tribunales militares, incluso los menores. “Centenares de niños palestinos están entre rejas y no reciben ninguna atención”, dijo el director de la ONG‚ Human Rights Watch (HRW) en Israel, Omar Shakir, denunciado los malos tratos endémicos a los menores. Curiosamente, su condena fue casi tan importante como la del soldado israelí Elor Azaria, condenado a nueve meses por haber matado a un palestino herido en el suelo que no representaba ningún peligro. Para los defensores de los derechos humanos, el caso de Tamimi puso en relieve las prácticas de los tribunales militares israelíes con tasas de condena a los palestinos de hasta el 99%.
La abogada mexicana-israelí de Ahed, Gaby Lasky, declaró que el proceso contra la joven palestina dejó claro lo que llamó la necedad de la ocupación (israelí). “Llevar a menores de edad ante un tribunal militar no es el camino correcto para poner fin al conflicto entre Israel y los palestinos”, señaló y agregó: “Espero que nuestro gobierno sea lo suficientemente valiente para llegar a un acuerdo de paz y liberarnos a todos de las cadenas de la ocupación”.
Cuando fue arrestada, Ahed Tamimi, sin embargo, no era una desconocida para los palestinos: ya en 2012, una foto de la joven de largo pelo rubio y rizado blandiendo el puño hacia un soldado israelí se hizo viral, ganándose los elogios, entre otros, del presidente turco, Recep Tayip Erdogan.
El caso de Tamimi, además, está muy vinculado a su ciudad natal, Nabi Saleh, escenario de manifestaciones que se llevan a cabo cada semana desde 2009 después de que el Ejército israelí restringiera el acceso de los palestinos a las tierras cercanas, allanando el camino a los asentamientos judíos en el área. “Perdió su infancia por la ocupación israelí”, dijo en una ocasión Bassem, el padre de la joven. “Debería ser jugadora de fútbol pero la ocupación cambió su sueño para convertirla en abogada o activista”.