Afirmaba que literatura era como una sociedad sin Estado, con reglas propias; un universo con otras reglas, diversas, que en muchos casos contrastaban lo jerárquico de las civilizaciones hegemónicas vigentes.
En efecto, Ricardo Piglia, cuya vida se apagó a los 75 años luego de haber batallado contra una cruenta enfermedad, puso en cuestión cánones de la crítica tradicional inaugurando otra mirada de la literatura argentina. Otra mirada sobre Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Juan José Saer, y Manuel Puig entre otros.
Nacido en Adrogué, provincia de Buenos Aires, estudió en la Universidad de La Plata la carrera de Historia, ejerció la docencia en esta casa de estudios, también en la UBA, y durante décadas en universidades de Estados Unidos de Norteamérica.
Tuvo activa militancia en el gremialismo estudiantil, inicialmente cercano al anarquismo y luego a posiciones del marxismo crítico.
Eximio narrador de relatos breves, evocamos su libro preliminar titulado La invasión, y también los relatos de Prisión perpetua, Nombre falso, las novelas Respiración artificial, La ciudad ausente, Plata quemada, Blanco nocturno, El camino de Ida.
Cabe destacar la serie de ensayos y entrevistas contenidos en Crítica y ficción.
La publicación en 2015 y 2016 de Los diarios de Emilio Renzi, su alter ego, nos permitió acceder a otras facetas de este extraordinario escritor de historias y maestro de letras para los hombres, como decía con fervor Homero Manzi.
Ricardo Piglia lo fue, su legado nos hará saber que nos seguirá enseñando a pensar sin complacencia por siempre desde sus libros.
Carlos A. Solero