Un nuevo negocio en el rubro panadería, confitería y pizzería le dieron la oportunidad de resocialización a Juan “Indio Blanco” Cabrera, quien llegó a un arreglo de condena condicional por el delito de “facilitamiento y explotación económica de la prostitución”. Así lo resolvió ayer la Cámara Penal, ante un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa del imputado.

En primera instancia había sido condenado a 4 años y medio por el hecho que salió a la luz el 25 de mayo de 2013, cuando la Justicia mandó allanar La Rosa Sexy Bar y el hotel contiguo, ambos de su propiedad. Dieciocho mujeres trabajaban allí con su consentimiento. Dos mujeres fueron penadas con Cabrera. Una de ellas, que ahora es su socia en el local de Entre Ríos y Zeballos, también fue parte del acuerdo por la pena en suspenso; mientras que otra fue absuelta -también por acuerdo entre las partes- debido a que se comprobó que era una empleada cuando la encontraron cobrando en el hotel alojamiento. El Tribunal de Alzada (por mayoría) decidió homologar el acuerdo y hacer lugar al pedido de “perforación del mínimo legal” en la pena, ya que en agosto de 2012, cuando comenzó la investigación en la Dirección de Trata de personas todavía estaba vigente la ley de profilaxis.