Las importaciones santafesinas aumentaron, en los primeros cinco meses del año, 55,8 por ciento respecto del mismo período del 2017: 2.359,5 millones de dólares de enero a mayo, y confirma la curva ascendente de los últimos tres años. A esta fecha, la economía de la provincia compró al exterior por la misma cantidad de dólares que en todo el 2016. El factor que más incide en este incremento importador sorprende al desprevenido: en la provincia de la soja, lo que más se ha importado han sido porotos de soja. El motivo lo dio la exigua cosecha gruesa que deparó la sequía y la necesidad del polo agroexportador del Gran Rosario para producir harina y aceite. Entre eso, los automóviles y las máquinas, artefactos y materiales eléctricos, se explican tres tercios de todo lo que ingresaron a las cinco aduanas del territorio santafesino.
El Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) publicó un informe sobre la evolución de las importaciones en Santa Fe, a través de los ingresos de mercaderías que registraron las aduanas de Rosario, San Lorenzo, Villa Constitución, Santa Fe y Rafaela. Del monto global de compras externas, por Rosario entraron 530 toneladas por U$S 1143 millones, “Material de transporte” en su mayoría (35%), rubro que encierra los automóviles importados, fundamentalmente, desde Brasil.
La aduana Rosario vio aumentar 26% las importaciones en este período. Pero las que mayor salto importador registraron fueron Rafaela (243%) y San Lorenzo (123%), respecto del año pasado. El caso rafaelino se explica por la consolidación del resguardo aduanero de esa ciudad.
La duplicación de importaciones registrada por la aduana sanlorencina se explica en los puertos aceiteros de la región. El mayor polo mundial de crushing de soja para producción de harina y aceite tuvo que salir a comprar afuera el poroto que no hubo en los campos argentinos tras el fracaso de una cosecha gruesa que acusó el impacto de la sequía. En parte por esa necesidad, y en parte para frenar la suba del precio, los agroexportadores compraron a Paraguay 2,43 millones de toneladas de soja a granel por U$S976,5 millones. Y eso ha sido el principal componente de la importación santafesina -41%- en el período relevado por el Ipec.
El rubro se llama “Productos del reino vegetal”, aunque en su mayor parte se trata del poroto rey. La industria santafesina importó 992 millones de dólares (173% más que el año pasado en dinero, y 159% más en toneladas). Este rubro representó el 42% de las importaciones.
En segundo lugar se ubicó el rubro “Material de transporte”, con U$S435 millones, lo que significó 20% más que en los primeros cinco meses de 2017. Este ramo explica el 18,4% de las compras del exterior. De ese monto, 190 millones correspondieron a importaciones de automóviles. La mayor parte se tramitó en la aduana rosarina.
El tercer lugar de la torta importadora lo alcanzaron las compras de máquinas, aparatos y material eléctricos, por U$S392 millones, un 28% de aumento interanual. Esto es casi el 17% de las importaciones totales. Además de los porotos de soja y los autos, los otros productos importados en volúmenes relevantes son minerales de hierro aglomerados, cosechadoras, tractores, cajas de cambio para automotores, autopartes y derivados del petróleo para la industria petroquímica.
La evolución de este aspecto del comercio exterior santafesino marca un crecimiento sostenido desde 2015 (U$S2200 en todo el año). Si hasta mayo pasado el 2018 ya había registrado compras externas por 2360 millones, la curva indica que hoy la economía provincial está importando 80,5% más que hace tres años. Los países a los que más se le compró son Paraguay (soja), Brasil (autos y maquinaria), China (máquinas eléctricas, autopartes) y Estados Unidos (máquinaria, material eléctrico, minerales y químicos).