Inició ayer un juicio contra Paul Manafort, ex jefe de campaña de Trump, por fraude bancario y fiscal. Este es el primero de los juicios que lleva adelante el fiscal especial Robert Mueller sobre los supuestos lazos entre Rusia y el equipo electoral del actual mandatario en la carrera presidencial de 2016. Manafort, consultor político republicano de 69 años, enfrenta 18 cargos de fraude bancario y fiscal por no haber declarado 75 millones de dólares que obtuvo por asesorar a ejecutivos extranjeros, incluido el expresidente prorruso ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), al que aconsejó en cuestiones de imagen.
La selección del jurado de 12 miembros para el juicio “EEUU vs Manafort” comenzó ayer a las 10.00 hora local (11.00 Argentina) en un tribunal en Alexandria, cerca de Washington y se espera que dure tres semanas.
El fiscal adelantó que planea presentar más de 30 testigos durante el juicio, incluyendo a Richard Gates, exsocio de Manafort, quien coopera con los acusadores tras haber sido declarado culpable en febrero.
Mueller, exdirector del FBI, inculpó hasta el momento a un total de 32 personas en el marco de la investigación sobre una supuesta colusión entre la campaña de Trump y Rusia para ayudar al magnate neoyorquino a llegar a la Casa Blanca. Por su parte Trump catalogó reiteradamente la investigación de Mueller como una “caza de brujas” motivada políticamente y también negó cualquier relación de su campaña con Moscú para derrotar a la excandidata demócrata Hillary Clinton. Además ironizó respecto a la acusación a su ex jefe de campaña. “Wow, qué sentencia dura para Paul Manafort, quien representó a Ronald Reagan, Bob Dole y muchas otras importantes figuras políticas y campañas. No sabía que Manafort era el jefe de la mafia”, bromeó.
Por su parte, la defensa de Manafort argumenta que las pruebas relativas a Ucrania son “irrelevantes, perjudiciales y supondrán una pérdida de tiempo”, puesto que el objetivo del juicio de Virginia es determinar si Manafort cometió delitos económicos y no políticos, este último asunto será tratado en otro juicio que se celebrará en Washington en septiembre. El equipo de Mueller, sin embargo, considera que las pruebas deben ser admitidas porque Manafort obtuvo buena parte de sus ingresos (60 millones de dólares) de su trabajo para Yanukóvich y otros diplomáticos rusos.
Según la acusación, Manafort ocultó hasta 30 millones de dólares en empresas fantasmas y cuentas bancarias en diferentes países. Por estos hechos, podría ser condenado en Virginia a un máximo de 270 años de prisión. Los cargos contra el exjefe de campaña de Trump están directamente relacionados con las actividades que desempeñó como jefe de campaña del mandatario estadounidense entre junio y agosto de 2016.
Manafort, quien está preso desde hace un mes luego de que una jueza federal le revocara el arresto domiciliario, es una figura de interés para Mueller, porque podría llegar a incriminar a Trump.