En el marco de una política oficial que avala el gatillo fácil policial, un vecino de Palermo, con un arma de su propiedad, mató de un balazo a un joven de 17 años al que dijo “confundir con un delincuente” cuando en realidad era uno de los tantos chicos que con sus graffitis intentan transformar el gris de la ciudad en mensajes y colores de esperanza. El grafitero asesinado, Cristian Felipe Martínez Rodríguez, asistido por un grupo de amigos, se había trepado a la terraza de un edificio, en Gascón y Córdoba. Antes de caer al vacío, herido de muerte, había abierto los brazos para que su victimario, que quedó detenido, tomara conocimiento que sus únicas armas eran aerosol, pintura y pincel.
Los amigos de la víctima relataron, según lo informado por C5n y algunos portales, que el joven “estaba bajando de la terraza después de hacer el grafiti, cuando escuchamos un disparo” de advertencia, porque al escuchar la explosión el joven se puso de pie, levantó los brazos y mostró sus manos desarmadas, mientras se identificaba como lo que era, un grafitero que no quería robarle nada a nadie. Como toda respuesta, se escuchó un segundo disparo y los amigos vieron como Cristian perdía estabiliad sobre el extremo de la terraza de la que estaba bajando y se desplomaba sobre el piso.
Uno de los amigos comentó, lo que demuestra lo lejos que estaba el grupo de cometer algún delito, que al principio ni siquiera se dieron cuenta de que estaba herido, pensaron que “no se movía por el golpe que se había dado”. Poco después se dieron cuenta de lo sucedido y llamaron a una ambulancia, pero ya no había nada que hacer para salvar la vida del grafitero. El vecino había accionado el gatillo desde un departamento de la planta baja, según lo dicho por los amigos del chico asesinado. La caída se produjo cuando Cristian hacía equilibrio sobre el alero de un aire acondicionado. El único objetivo cumplido por la víctima fue pintar la parte superior de la pared de una fábrica. Había empezado antes de la medianoche y cayó muerto pasadas las 4 de la madrugada de ayer.
En el caso intervino la comisaría novena de la Ciudad. Se sabe que el vecino, cuyo nombre se mantuvo en reserva, y que fue descripto como un hombre “entre canoso o rubio, robusto, anchito, con camiseta blanca, clara”, está detenido en la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal, en el Palacio de Tribunales. Estaba a la espera de ser indagado como autor de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.