Mientras continúa el conflicto por el despido de trabajadores del Ministerio de Educación, la “revolución educativa” anunciada por el ministro Esteban Bullrich está por cobrarse una nueva víctima: el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET). El organismo creado en 2005 para definir los perfiles profesionales y el diseño curricular de la educación técnica está a punto de ser desguazado y reemplazado por un nuevo ente, cuyo nombre llevaría la marca PRO: “Agencia nacional de Formación de Talentos”. En el nuevo esquema, los sindicatos y el Estado retroceden en voz y voto a la hora de la formación de futuros técnicos en favor del sector empresario, que se verá doblemente beneficiado: dejará de tener intermediarios a la hora de capacitar potenciales empleados y contará para ello con fondos estatales. El Gobierno prevé implementar la medida a través de un decreto, que está a tiro de la firma del presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el propio Bullrich, y a cuyo borrador accedió PáginaI12.
La nueva “Agencia de Talentos” absorberá la actual Dirección Nacional de Formación Profesional y la Coordinación de Terciarios Técnicos, hasta ahora dependientes del INET, que transferirá además la facultad de evaluar los planes de estudios. Y lo hará con objetivos bien distintos: mientras que en el INET tenían representación el Estado, los sindicatos y el sector privado, en una mesa tripartita que funcionó como política pública desde la sanción de la ley de Educación Técnico Profesional en 2005, la “Agencia de Talentos” macrista está diseñada exclusivamente para beneficio del sector privado. Según consta en el borrador del decreto al que accedió este diario, el organismo tendrá como objetivo “prospectar la demanda del sector socioproductivo de forma sistemática y unificada”, lo que se traduce en que el Estado hará un inventario de las necesidades de formación profesional que presenten las empresas. También tendrá la facultad de “determinar los programas de formación en función de la demanda identificada”, es decir, que la formación de técnicos estará adaptada a los requerimientos corporativos. No hay en todo el decreto mención a la participación del sector sindical en el proceso.
“De concretarse esta nueva iniciativa privatizadora de Bullrich, las escuelas técnicas, en lugar de enseñar a pensar, a discernir, a apropiarse críticamente de las herramientas científico técnicas, pasarán a formar mano de obra barata para las empresas. Los estudiantes pierden libertad dentro de su formación, en la que intervenían la comunidad educativa y el Estado y ahora será sólo decisión de las empresas. Cada vez está más claro que Bullrich es un gerente de recursos humanos, como se definió el mismo, que un ministro de Educación, que es lo que necesita el país”, señaló a PáginaI12 el secretario gremial de Ctera, Eduardo López.
“Recursos humanos”
Algo de lo que se vendrá con la nueva agencia lo había adelantado el propio Bullrich en una columna de opinión publicada en el diario Clarín a principios de octubre. Allí aseguró que con el objetivo de “preparar recursos humanos para el mundo de hoy, ser permeables a lo qué pasa en ese mundo”, durante el último año el INET y el Ministerio de Trabajo “realizaron una encuesta a casi 900 empresas, para ver qué es lo que necesitan de nuestros recursos humanos”. En esa misma línea, el decreto que está a punto de publicarse dice en su tercer artículo que la Agencia se enfocará en “prospectar la demanda del sector socioproductivo”, lo que acota drásticamente los fines del INET, que según la ley de formación técnica buscaba educar en “una política nacional y federal, integral” articulada entre “los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la producción y el trabajo”.
“El decreto plantea que el eje central de la formación profesional y técnico superior tiene que ver con la demanda del sector socioproductivo. La educación, contrario a lo que plantea este gobierno, no está para resolver la demanda de un sector, sino para formar en función de un proyecto de país y de las necesidades del conjunto”, advirtió el secretario gremial de UTE, Guillermo Parodi. “El decreto tiene muchas debilidades –indicó Parodi–. Imaginemos que viene una empresa muy poderosa, se instala en el país, forma profesionales muy específicos de acuerdo a lo que necesita y luego de se va o decide cambiar el plan de negocios. El que se formó en ese perfil viejo se quedó sin poder trabajar y además, no tuvo antes formación general, que es la que se da ahora. Es un intento más de precarización.”
Transfiriendo fondos
El INET fue creado por la Ley de Educación Técnico Profesional, sancionada en 2005 a fin de regular de funcionamiento de las instituciones de la educación técnica en todo el país. Según esa ley, el INET se llevaba el 0,2 por ciento del total del presupuesto. Para 2016, esa cifra fue de 3300 millones de pesos, casi un 4 por ciento de las partidas del Ministerio de Educación. La intención del Gobierno, según se desprende del borrador de decreto al que accedió este diario, es transferir al menos dos tercios de los recursos del INET a la nueva “agencia de talentos”.
“Hasta hoy, las empresas históricamente tomaban técnicos con formación general e invertían en una mayor capacitación de acuerdo a su necesidad específica. A través de esta nueva agencia, van a tercerizar esa tarea en el Estado. Es una transferencia de ingresos del sector educativo a las empresas”, explicó Parodi. “Es materia de discusión si el Estado debería o no subsidiar a las empresas en el proceso de formación de sus trabajadores. Lo que está fuera de discusión es que tenga que financiarse con fondos de la educación”, puntualizó.
Como paso previo a la transferencia, Bullrich se dedicó el último año a subejecutar el presupuesto del INET, tal como lo hizo con el área de Infraestructura y Equipamiento y los programas de Formación Docente, entre otros. En el caso del INET, se llegó al tramo final de 2016 con apenas el 11 por ciento del presupuesto ejecutado. También hubo indicios del desguace en el presupuesto 2017, en el que el organismo recibió un recorte de más de 900 millones de pesos, dejándolo por debajo del 0,2 por ciento establecido por ley, según un informe de UTE y del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala de ATE Capital.
Otra vez por decreto
No será esta la primera vez que el Gobierno modifique por decreto una norma relacionada con la educación. En diciembre de 2015, el decreto 13/2015 que estructuraba el nuevo organigrama del Ejecutivo omitió mencionar la Ley de Financiamiento Educativo, lo que despertó el rechazo unánime de la comunidad educativa. El decreto fue corregido y Bullrich dijo que se había tratado de un “error”. En diciembre pasado, el decreto 1222/2016 transfirió los canales Encuentro y Pakapaka de la órbita de Educación a la Jefatura de Gabinete, en contradicción con la ley de Educación.
En este caso, de publicarse el decreto al que accedió este diario, se modificarían varios artículos de la ley de Formación Técnica: el 32º, sobre las funciones del INET; el 34º y el 35º, para quitarle a ese organismo la función de realizar un “registro de instituciones” de la educación técnica; y los artículos 26º, 27º y 28º, que trasladarán a la Agencia de Talentos la facultad de homologar los títulos secundarios.
Informe: Matías Ferrari.