Un incendio desatado el sábado en la localidad rionegrina de Coronel Belisle “se encuentra controlado” a pesar de que las autoridades debieron cortar el tránsito en la ruta nacional 22, que fue atravesada por las llamas “direccionadas por el constante viento de la región”, dijo el titular de Defensa Civil de Río Negro, Adrián Iribarren. Por el siniestro, la policía provincial realizó cortes intermitentes en el tránsito sobre la ruta 22 y recomienda “transitar con precaución”.

En esa región, las llamas se extendieron, “provocando incendios en campos de Choele Choel y Belisle”, aclaró Iribarren y señaló que las causas del incendio, “se encuentran en etapa de peritaje, existen varias versiones pero aún no se sabe la causa real”. Las llamas son combatidas “por bomberos locales que trabajan junto a los de Choele Choel, Luis Beltrán y Chimpay”, agregó. 

Por su parte, el comisario inspector Carlos Espinoza, titular de la Regional IV de Choele Choel, informó que “efectivos de la Policía de Río Negro se sitúan entre los kilómetros 1032 y 1036 de la Ruta Nacional 22, realizando cortes para evitar siniestros”. También se solicitó “transitar con precaución por la cercanía de las llamas a la ruta y la poca visibilidad por el humo”.

En tanto, la Reserva Provincial Parque Luro de La Pampa fue cerrada ayer hasta nuevo aviso como consecuencia de los incendios forestales que afectan a esa zona de la provincia, donde hay más de 800 mil hectáreas quemadas y pérdidas millonarias para los productores. “La decisión fue consensuada entre los subsecretarios de Ecología, Fabián Tittarelli, y de Turismo, Lautaro Córdoba, por recomendación de las autoridades de la Dirección General de Defensa Civil de la provincia”, informó el gobierno pampeano en un comunicado. La medida “se sustenta particularmente en preservar la seguridad de los visitantes ante las condiciones de extremo riesgo de iniciarse o ingresar un incendio a la Reserva”, agregó.

“Si bien se ha arado la totalidad de las picadas perimetrales e internas del parque, la alta temperatura, la baja humedad, el gran volumen de material combustible acumulado, los intensos vientos y los focos ígneos cercanos al Parque, son argumentos que se consideran suficientes para tomar esta decisión, con la que se busca prevenir cualquier tipo de accidente”, explicó.

La provincia de La Pampa declaró la emergencia agropecuaria el pasado viernes para las zonas afectadas por los incendios forestales que se extienden por más de 800 mil hectáreas y donde se perdieron más de mil millones de pesos de los productores agropecuarios, informó la Casa de Gobierno.

Los productores ganaderos de las zonas afectadas por los incendios en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro, padecen desde el 2004, casi en forma ininterrumpida, la combinación de sequías e incendios, que arrastraron a muchos de ellos a la quiebra, según dijeron los propios afectados.

Diversos productores agrícolas comentaron que mientras en 2004 el municipio bonaerense de Villarino tenía cerca de 550.000 cabezas de ganado, una década más tarde apenas alcanzaban las 200.000, culpa de una de las peores sequías de la zona centro del país entre 2004 y 2012. 

“Por la sequía estuve al borde de quedarme en la lona. Pasé de tener casi 5000 cabezas de ganado a menos de 1000 entre esos años. Me costó un infarto al corazón y casi pierdo mis campos por las deudas. Ahora, después de unos años de recuperación, con los incendios perdí la mitad de mis terrenos en el fuego”, contó Carlos Rubio, productor ganadero de Villarino y La Adela, provincia de La Pampa.

“Lo más amargante de los incendios es que se suman a las sequías y, entre unos y otros, los pequeños ganaderos de la zona quedaron muy afectados”, expresó Fabián Genovesi, comerciante dedicado a la compra y venta de ganados en Villarino.

Para peor, durante la sequía, el costo de las cabezas de ganado había caído considerablemente en el mercado, pero a muchos ganaderos no les quedó más remedio que vender animales ante la imposibilidad de mantenerlos.