El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió públicamente ayer el fin de la investigación sobre la alegada injerencia rusa y apuntó especialmente al Fiscal General Jeff Sessions para que lo haga. “Es una situación terrible y el Fiscal General Jeff Sessions debería interrumpir esta cacería de brujas ahora mismo, antes que manche aún más a nuestro país”, expresó el mandatario en la red social Twitter, en referencia a la investigación que conduce el fiscal especial Robert Mueller.
En una secuencia de mensajes, Trump atacó a Sessions, a Mueller, a sus agentes que forman el equipo investigador y también el proceso judicial contra el abogado Paul Manafort, quien en 2016 condujo su campaña electoral y ahora está acusado por fraude fiscal y bancario. Manafort está siendo investigado por presuntamente haber escondido millonarios ingresos como resultado de su actuación como representante en Washington de los intereses del gobierno pro-ruso de Ucrania. “La colusión de Rusia con la campaña de Trump, una de las más exitosas de la historia, es un engaño”, tuiteó el presidente.
En su catarata de mensajes, el magnate neoyorquino alegó que un informe que supuestamente establece la relación entre Trump y Rusia fue pagado por el opositor partido Demócrata y que, según dijo, fue usado para comenzar lo que llama una caza de brujas.
Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, les bajó el tono a las declaraciones del mandatario acerca de ponerle fin a las investigaciones. “No es una orden. Es la opinión del presidente”, justificó Sanders en conferencia de prensa, y luego, no obstante, agregó que Trump efectivamente espera ver que la causa llegue a su fin. Esta investigación busca determinar el alcance de la injerencia rusa en las elecciones de 2016 y –el aspecto más difícil para la Casa Blanca– si existió algún tipo de colusión entre funcionarios rusos y el comité de campaña de Trump.
El propio Sessions se había excusado de conducir esa investigación en su carácter de Fiscal General, porque también mantuvo contactos no autorizados con funcionarios rusos después de las elecciones y antes de asumir el nuevo gobierno. Esa recusación de Sessions provocó la ira de Trump y también motivó la nominación de Mueller como Fiscal Especial al frente del caso.
Trump ya había presionado a Sessions por haberse recusado de controlar la investigación sobre el alegado papel de Rusia en las elecciones, pero el mensaje de ayer sugiere la intervención directa del fiscal para que despida a Mueller.
Trump recordó, asimismo, el caso de un agente del FBI y miembro del equipo investigador de Mueller que había enviado un mensaje a su novia durante las elecciones afirmando que impedirían el triunfo del republicano. Para la Casa Blanca, el caso de ese agente confirma que la investigación de Mueller prueba que se trata de una caza de brujas. Más aún, el lunes, el mandatario había sugerido en la red Twitter que el propio Mueller debía retirarse de la investigación a raíz de conflicto de intereses. “¡Bob Mueller tiene un enorme conflicto, y los 17 demócratas enojados que están haciendo su trabajo sucio son una desgracia para Estados Unidos!”, sentenció el mandatario.