La Federación de Expendedores de Combustibles confirmó el fin de semana que entre hoy y mañana los combustibles aumentarán 8 por ciento. De este modo, el litro de nafta común superará los 18 pesos y la premium se ubicará en torno a los 21 pesos. Desde las asociaciones de consumidores aseguraron que el ajuste incentivará el proceso inflacionario y recesivo.
La nafta aumentó 31 por ciento el año pasado y las subas se concentraron en los primeros meses del año. Luego de la devaluación concretada en diciembre de 2015, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, acordó con las empresas que el traslado a precios fuera gradual. Así fue como entre enero y mayo los combustibles treparon todos los meses salvo en febrero. Lo llamativo es que mientras el petróleo a nivel internacional estaba en uno de los valores más bajos de la última década, en el país no paró de subir.
Desde mayo no volvió a haber ajustes y las petroleras comenzaron un intenso proceso de lobby para continuar con los ajustes. Finalmente, Aranguren le dio luz verde a las petroleras para volver a subir los precios este mes, pese a la resistencia inicial del ahora desplazado ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. El ajuste se suma a su vez a una serie de aumentos en peajes, prepagas, ABL, telefonía, televisión por cable, luz y gas que ponen en jaque la estrategia oficial tendiente a lograr una meta de inflación de 17 por ciento en 2017.
El representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, aseguró ayer que el incremento en los combustibles va a “incentivar el proceso inflacionario y recesivo” al argumentar que influye en la canasta de alimentos. “Los combustibles impactan en la logística en un promedio del 35 por ciento, de modo que todo aumento en el precio de los combustibles se traslada a los precios”, aseguró. Polino se quejó además del impacto generado por el conjunto de los aumentos anunciados en este primer mes del año.
“Con todos esos aumentos, no va a haber recuperación de la economía”, indicó y argumentó que “los precios le van a ganar a los salarios, sobre todo a aquellos que perciben el haber mínimo”. Polino consideró “injustificado” el incremento en los combustibles porque “cuando en el mundo bajan los precios por la caída del valor del petróleo, la Argentina va en el sentido contrario”.