Desde Brasilia
El papa Francisco le cree (y bendijo) a Luiz Inácio Lula da Silva. El Pontífice recibió hoy durante una hora en el Vaticano al ex canciller Celso Amorim, quien le obsequió el libro "La verdad vencerá", una entrevista al ex presidente preso desde el 7 de abril en una celda de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.
"En este libro está mi verdad, que desafía a la de mis acusadores" en la causa Lava Jato, dijo el líder del Partido de los Trabajadores (PT) meses atrás.
"Jorge Bergoglio escribió un mensaje espiritual para Lula, me pidió que le dijera al presidente Lula que él lo acompaña (..) y que ve toda la situación con interés y preocupación", contó Amorim en breves declaraciones bajo un sol romano que no le impedía disimular su satisfacción.
"Fue un día histórico para mí por haber sido recibido por Francisco. El Papa nos recibió durante una hora más o menos, y el asunto principal de la conversación fue el presidente Lula", agregó Amorím, quien adelantó que mañana Bergoglio recibirá a otros compatriotas brasileños.
Además del ex canciller brasileño, con el Papa estuvieron el ex jefe Gabinete Alberto Fernández -quien gestionó el encuentro-- y el ex senador chileno Carlos Ominami. Según comentaron, Francisco consideró que en América Latina se desarrolla un proceso que definió como “positivismo casuístico” y que consta de usar las leyes y el proceso judicial de acuerdo a las necesidades del poder político y el control de sus opositores. Es más, señaló que eso no sólo ocurre con Lula sino también con el ex presidente de Ecuador Rafael Correa.
Luego de desempeñarse como canciller de Lula entre 2003 y 2010, Amorim es ahora una suerte de diplomático sin cartera que este año viajó por lo menos tres veces a Europa para explicar los atropellos cometidos en el marco de la causa del Lava Jato por el mediático juez Sergio Moro. Además, el ex canciller denuncia de manera permanente la condición de "preso político" de quien encabeza todas las encuestas de cara a los comicios presidenciales del 7 de octubre.
Uno de los últimos sondeos, de la consultora Vox Populi, contratada por la Central Única de los Trabajadores, indica que el ex presidente cuenta con el 41 por ciento de intención de voto, contra el 12 del militar retirado Jair Bolsonaro, quien el lunes pasado volvió a reivindicar a la dictadura y propuso que las Fuerzas Armadas ametrallen las favelas desde helicópteros.
"Es muy importante para nosotros, los brasileños, que una persona como el Papa, con el liderazgo espiritual que él representa, acompañe la situación en Brasil, en América del Sur, en América latina en general", destacó Amorim, quien además es uno de los nombres en danza para completar la fórmula encabezada por Lula, que probablemente será presentada este fin de semana.
No menos diplomático que Amorim, Francisco ha sido insistente en sus gestos hacia el líder arrestado en Curitiba: hace dos meses le envió a la cárcel, a través de Juan Grabois, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, un rosario bendecido .
En 2016, inclusive, el jefe del Estado Vaticano le escribió una carta de solidaridad a Dilma Rousseff en pleno impeachment, y meses más tarde, luego del golpe que derrocó a la presidenta electa, canceló su visita a Brasil.