Mientras la mantiene internada en un hospital de San Salvador de Jujuy tras un presunto episodio de intoxicación, el juez de instrucción Pablo Pullén Llermanos habilitó ayer el traslado temporario de Milagro Sala a sede del Poder Judicial jujeño, donde se llevó a cabo la cuarta audiencia del juicio que se le sigue a Sala y a otras 30 personas, muchas de ellas militantes de la organización social Tupac Amaru, por presunta defraudación al Estado, extorsión y asociación ilícita. Recién ayer, y tras exigirlo por escrito al magistrado, dos médicos del equipo que atiende a la dirigente social pudieron visitarla en la sala del sanatorio Pablo Soria. Estos profesionales la asisten periódicamente en la casa de El Carmen donde ella cumple prisión domiciliaria con intensas y desmedidas medidas de seguridad y control. En el escrito, los médicos le recordaron a Pullén Llermanos que “habiendo autorizado la atención irrestricta en El Carmen, ahora usted es quien nos impide la entrada ante una situación aguda”. Luego de revisarla denunciaron que Sala vivió un “secuestro” en el hospital. 

“A Milagro la vi entera pero combativa frente a una situación muy complicada que está viviendo en el hospital”, aseguró a PáginaI12 Jorge Rachid, médico junto a Mario Burgos que integran el equipo de salud habilitado por Pullén Llermanos a asistir periódicamente a Sala en sus días de encierro en El Carmen. Según describió Rachid, Sala permanece custodiada por dos policías que permanecen dentro de la habitación donde está internada, unos 10 efectivos en el pasillo de la sala y miembros del área de inteligencia en el hospital y en las afueras. 

Rachid describió que la referente de la Tupac estuvo “casi 24 horas sin poder tener contacto con nadie que no fuera la policía, ni siquiera el director del hospital fue habilitado por para ingresar en la habitación”. Los médicos llegaron el miércoles a la noche a San Salvador de Jujuy y a las 22 intentaron visitar a Sala. La policía se los impidió y tampoco habilitó en ese momento a que ingrese la familia. 

“Las condiciones de detención a las que está siendo sometida en un hospital son absolutamente lesivas para su integridad física”, advirtió en diálogo con este diario. La frase formó parte del escrito que Rachid presentó junto con su colega ayer a la mañana en el juzgado de Pullén Llermanos para reclamar el permiso para ver a su “paciente”. “Si nos habilitó para asistirla en El Carmen, ¿cómo no nos dejaba en el hospital? Nos respondió hipócritamente que era porque no teníamos matrícula”, aseguró. En ese sentido, dijo que solicitarán una audiencia para denunciar la situación ante la Corte Suprema: “Es inaudito lo que hicieron, es un secuestro. Milagro estuvo casi las primeras 24 horas que pasó en el hospital encerrada sin poder ver a su familia ni a sus abogados”.

Ambos profesionales intentaron visitar a Mirta Guerrero, conocida como “Shakira”, que permanece encerrada en el penal de Alto Comedero y que viene denunciando problemas de salud desde hace varios meses. Allí tampoco los dejaron pasar. Rachid denunció que “hay una orden judicial de circulación restringida que prohíbe entrevistas médicas a las prisioneras de la Tupac. Es una locura”. En la misiva enviada a Pullén Llermanos los médicos del equipo de salud coordinado por el ex ministro de Salud Daniel Gollan pusieron “en sus decisiones judiciales” la “vida y la muerte de las detenidas”, en referencia a Sala, Shakira y el resto de las detenidas en el marco de investigaciones judiciales vinculadas con la organización social jujeña. 

Pasado el mediodía, el magistrado finalmente habilitó a los médicos visitar a Sala pero no estuvieron solos con ella. Los acompañaron el subdirector de Salud Mental de la provincia, la psicóloga de guardia del hospital y dos oficiales superiores de la Policía local. 

Milagro Sala permanece internada en el Hospital Pablo Soria desde el martes a la tarde. Ese mediodía se desvaneció y permaneció inconsciente durante varios minutos. La ambulancia que la trasladó al hospital tardó 40 minutos en llegar a la casa de El Carmen donde cumple prisión domiciliaria. Esa misma noche el director de la institución, Marcos Rivas, informó que la dirigente se encontraba “en perfecto estado de salud, clínica y hemodinámicamente compensada, lúcida y orientada en tiempo y espacio” y que pasaría la noche en el lugar. 

El mismo cuadro describió Rivas en la mañana del miércoles, cuando aportó un dato más: la referente de la Tupac estaba en condiciones de recibir el alta médica, pero permanecería un día más en internación por orden de Pullén Llermanos “hasta que vea que pueda ser trasladada a su domicilio o adonde lo decida”. El director del hospital no dijo nada sobre las causas del desvanecimiento e inconsciencia de Sala. 

Sobre el tema se refirió ayer el magistrado, quien a la prensa local dijo que Sala se encontraba “totalmente saludable, sin ninguna afección”, por lo que autorizó su traslado a la sede judicial de la capital jujeña donde el Tribunal Oral en lo Criminal Número 3, fuertemente cuestionado por las defensas de Sala y del resto de los acusados, la juzga por la supuesta malversación de dinero público destinado a la construcción de viviendas. 

En una entrevista ofrecida a una radio local, el juez aseguró que el cuadro de desvanecimiento que presentó Sala durante su ingreso al hospital se debió a una “intoxicación por consumo de benzodiazepina”, un psicofármaco. Al respecto, Rachid puntualizó que la droga no figura en el lavaje de estómago que le realizaron a Sala y sus abogados defensores negaron que hayan sido informados oficialmente de esa cuestión.