El PRO, la Coalición Cívica y la UCR sellaron ayer la conformación de Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires, el único distrito del país donde no se había replicado la alianza oficialista, curiosamente la sede del macrismo. El acuerdo abre las puertas a la disputa interna por la candidatura a jefe de Gobierno porteño el año próximo: una exigencia del ex embajador de Mauricio Macri en los Estados Unidos y ahora afiliado radical, Martín Lousteau, que ya disputó por fuera de estructura oficialista con el alcalde macrista Horacio Rodríguez Larreta en 2015 y presentó su propia alianza para competir en las legislativas de 2017. Aunque por ahora, el acuerdo no incluye la unificación de los bloques partidarios en la Legislatura de la Ciudad.

El pacto se oficializó en el tradicional Café Tortoni, en una fría reunión que no se extendió más allá de los 15 minutos. El primero de los seis puntos del acuerdo marca como “objeto” lo que hasta ahora había sido el principal obstáculo para unificar en la Ciudad a los fundadores de la alianza oficialista: “Constituir una alianza transitoria de orden distrital bajo la denominación de Cambiemos, a fin de participar en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, y en las elecciones generales a celebrarse en el año 2019 en todas las categorías de cargos ejecutivos y legislativos en los órdenes local, nacional y parlamentarios del Mercosur”.

Otros de los puntos centrales del documento también establece que “la integración final de las listas de candidatos a diputados nacionales será efectuada utilizando el sistema D´Hont entre las que hubieran obtenido como mínimo el 15 por ciento de la totalidad de los votos” en la disputa interna. Uno de los temas mas caliente de la negociación: el piso que Cambiemos estableció en todo el país para acceder a la listas era del 22 por ciento. El acuerdo porteño de ayer podría abrir el reclamo en otros distritos donde el PRO y la UCR pelean por la cabeza de lista.   

El acta fue firmada por el vicejefe del Gobierno porteño, Diego Santilli, y los integrantes de la Junta Promotora de Cambiemos en la Ciudad: Eduardo Macchiavelli (PRO), Paula Olivito (CC), Guillermo De Maya (UCR) y Diego García Vilas por Confianza Pública –el partido de Graciela Ocaña– como la cuarta pata de la alianza porteña. 

“Establecer las reglas básicas de convivencia en la construcción de Cambiemos, eso es lo que estamos haciendo. Es un primer paso, es un trabajo que tenemos que regar todos los días”, sostuvo Santilli tras la rúbrica protocolar de la negociación. “Cambiemos en la Ciudad es más que un acuerdo político. Es unirnos para trabajar por el cambio que nos pidieron los vecinos en las últimas elecciones. Acá no existen los personalismos, acá lo importante es el bien común  por sobre los dirigentes”, insistió el funcionario que cargó con gran parte de la negociación. 

“En principio no habrá un bloque común”, sostuvo a su turno De Maya. “Lo que pasa en la Legislatura en cuanto a los votos lo resolveremos como lo venimos haciendo hasta ahora: lo que consideramos bueno, acompañaremos, y en lo que no mantendremos nuestra propia identidad, nuestro propio trabajo”, aclaró luego el presidente de la UCR, el único que se presentó ante los periodistas con el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Uno de los temas que divide a la alianza oficialista en todo el país. 

A la hora de las preguntas, De Maya sostuvo que no es tiempo de hablar de candidaturas, aunque reconoció que Lousteau “representa algo muy importante” para el radicalismo porteño. Oliveto se encargó de marcar otra de las claves del acuerdo: “el compromiso de todos los integrantes con el presidente Mauricio Macri”. “En este momento el país necesita concordia, necesita unidad y necesita que estemos trabajando en conjunto para sacar a la Argentina adelante”, agregó la alienada con Elisa Carrió.