Al menos otras 24 personas murieron en Europa por la ola polar, que ya se cobró unas 90 víctimas en Polonia, con temperaturas que en la República Checa llegaron a los 34 grados bajo cero y a -8 en Roma, donde se congeló el agua de las fuentes y abrieron la entrada a las estaciones de subte durante la noche para que se refugien los sin techo, mientras el papa Francisco llamó a “estar cercanos” a quienes viven en las calles. La masa de frío polar procedente de Escandinavia cubrió gran parte del continente y sólo en el fin de semana causó la muerte de al menos 24 personas en Polonia, Italia, Grecia y sus islas, República Checa, Bulgaria y Rusia, cuya capital vivió las navidades más frías de los últimos 120 años. La marca térmica en Polonia bajó hasta -25 grados y en las últimas horas murieron nueve personas. Ya suman 200 las víctimas fatales en todo el continente a causa del frío extremo.