Tarde de lunes en la casa de las Madres, tarde de invierno, oscura, fría y lluviosa y más oscura por la intención de Macri-Aguad de firmar un decreto que permita nuevamente la intervención de las fuerzas armadas en la seguridad interior.
Cada palabra, cada gesto, cada decreto del gobierno de Cambiemos, es un viaje al pasado, maquillado y embellecido por el coro mediático de periodistas que han olvidado la nobleza de la profesión y el respeto a la verdad.
En la casa de las Madres, la historia y dignidad de Ellas, nos permite una rápida reacción, enseguida la consigna, el flyer, la gacetilla de prensa, hora y lugar de la concentración.
Al rato comienza a rodar por las redes la voz de Taty, contándole a alguien que de salud estaba bien, pero te imaginas, a las puteadas che… y después relata, con la fuerza de una Madre, que nos concentramos en el Ministerio de Defensa, el jueves a las 17, con la consigna fuerzas armadas represivas, Nunca Más.
Quien recibe el audio, no arma una gacetilla, lo reenvía y allí comienza la voz de Taty, a convocar, a salir a la calle porque sabemos, porque recordamos y no olvidamos, lo que las fuerzas armadas le hacen al pueblo.
La voz de Taty es la honda que arroja la piedra de David, que rompe el cerco mediático informativo de aquellxs que todavía se creen Goliat y que pueden con el cúmulo interminable de mentiras, tapar la voz de una Madre, que transmite en sus palabras más de 40 años de verdades. Y la voz de Taty se convierte inmediatamente en un río convocante, con una sola consigna a lo largo y ancho del país. Todos y todas a las calles porque fuerzas armadas represivas, Nunca Más.
Goliat es el gigante poderoso, inútil para enfrentar a una Mujer, Taty, cuya voz atravesó todos los muros, recorrió el país, cruzó fronteras y océanos y fuimos miles en las calles con su convicción en nuestros corazones y su coraje en nuestro camino.
Una vez más en la historia de la humanidad David venció a Goliat.
* Hija de Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo.