El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, pidió ayer a la comunidad internacional ``mantener la presión diplomática y económica’’ sobre Corea del Norte mientras no abandone sus armas nucleares. La noticia llega después de informaciones que señalan que Pyongyang habría excedido los límites de las importaciones de petróleo y crudo a través de transferencias “ilícitas” de barco a barco en el mar de productos de petróleo refinado, informaron la CNN y otros medios citando copias de un informe confidencial de la ONU elaborado por expertos independientes.
Según el informe de los expertos de Naciones Unidas, “Corea del Norte no detuvo sus programas nuclear y balístico y siguió desafiando las resoluciones del Consejo de Seguridad con un alza masiva de los intercambios ilícitos de productos petroleros en el mar’’.
Ello coincide con otra información publicada esta semana por el diario The Washington Post, citando a agencias de inteligencia estadounidenses, que aseguran que Pyongyang ha continuado su programa nuclear y de desarrollo de misiles en la misma instalación en la que se fabrican los misiles balísticos.
Pompeo, que habló durante un foro de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) en Singapur, insistió en la necesidad de conservar esa presión ``para lograr una desnuclearización definitiva y totalmente verificada a la que Corea del Norte se comprometió’’. En una rueda de prensa, Pompeo añadió que había instado a los miembros de la ASEAN a ``aplicar estrictamente todas las sanciones, incluido el cese total de suministros ilegales de petróleo entre barcos’’ a favor de Corea del Norte.
El año 2017 estuvo marcado por una escalada de tensiones sin precedentes provocada por los ensayos de misiles balísticos y un ensayo nuclear del régimen de Pyongyang, así como por sanciones internacionales cada vez más estrictas en represalia. Pero 2018 fue el año del acercamiento diplomático espectacular, que dio lugar a la cumbre histórica del 12 de junio entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un.
Este último prometió entonces una desnuclearización completa de la península coreana, una simple declaración de intenciones sin calendario, bastante alejada de la desnuclearización ``completa, verificable e irreversible’’ que exigía Estados Unidos.
Pompeo es el responsable estadounidense de las negociaciones para poner en práctica los compromisos adquiridos entre Trump y Kim Jong Un, aunque éstas avanzan muy lentamente. ``No me he reunido con los norcoreanos’’ durante la cita de Singapur, admitió el jefe de la diplomacia estadounidense, pese a la presencia de su homólogo Ri Yong Ho en el foro de la ASEAN. No dijo si este eventual encuentro podría producirse antes de su salida, pero en la foto de familia del foro regional, tomó la iniciativa de estrecharle la mano a Ri Yong Ho, intercambiando algunas palabras.
Desde la cumbre entre Trump y Kim, Washington lamentó que algunos países, especialmente China y Rusia, hayan rebajado la presión sobre Corea del Norte. Ayer Pompeo se felicitó del compromiso del ministro chino de Exteriores, Wang Yi, que, según él, le prometió aplicar las sanciones. El secretario de Estado norteamericano atacó sin embargo a Rusia, mencionando informaciones según las cuales ese país sigue teniendo negocios con norcoreanos y ofreciendo empleos a los trabajadores expatriados del país asiático, que suponen una importante fuente de ingresos para el régimen de Pyongyang.
``Sería una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Cualquier violación se tomará muy en serio por parte de Estados Unidos’’, dijo y prometió que abordaría esa cuestión con Moscú. ``El presidente Kim se comprometió a desnuclearizar su país”, recordó el jefe de la diplomacia estadounidense. “Pero todos sabemos que llevar tiempo’’, añadió ante la ausencia de avances concretos. ``Debo decir, tras mis reuniones aquí, que el mundo está unido hacia ese objetivo’’, aseguró Pompeo.