Ayer, ante unas seis mil personas, se realizó el esperado festival musical en apoyo de los 357 trabajadores de la Agencia Télam, despedidos el pasado 26 de junio. El encuentro, que se había suspendido el sábado pasado por razones climáticas, finalmente se llevó a cabo en la esquina de Belgrano y Defensa (casi en la puerta de la empresa) y contó con las participaciones de seis bandas de rock para todos los gustos, el armoniquista Franco Luciani, y los apoyos presentes de Víctor Hugo Morales, representantes de asociaciones feministas, gremios docentes, y organismos de derechos humanos. La jornada comenzó cerca de las tres de la tarde cuando un sol tibio y abrasador recibió a Luciani y luego dio paso a los brass poderosos de La Chancha muda, que de muda no tiene nada. No solamente en lo musical (un octeto ska-rock potente, en la veta de La Vela Puerca), sino, sobre todo, en la verba de su cantante, que no escatimó palabras para resumir el espíritu del resto. “Estamos admirados y agradecidos de ser invitados a una situación de lucha como ésta, con tantas convicciones, con tanta solidaridad… hace falta más expresiones como ésta, sobre todo ahora que estamos bajo el ala del FMI. Creo que las bandas de rock tenemos la función de colaborar con esto, para despertar conciencias. Es un orgullo para nosotros”, dijo Gonza, cantante de la banda nacida hace quince años en Parque Chacabuco, antes de encarar el tema “Asfixia”, cuya letra, escrita en 2016, describe bien los tiempos que corren: “Todos tan controlados/ todos tan enrejados/ Tan asustados, tan acostumbrados/ Todo tan bombardeado/ todo tan explotado/ Tan manoseado, todo tan contaminado”.
Tras pedir justicia por Santiago Maldonado (“que el Estado se haga responsable”, clamó el cantante), devino un “break” que tuvo como protagonista a Víctor Hugo, y sus palabras de apoyo para los despedidos de la empresa. “Esta es una lucha justa, que nos obliga a estar atentos y fuertes cada día de nuestras vidas… la mayoría de la gente que está aquí es joven y tiene que tener la esperanza de que esto se va a revertir, pese a que el poder real está más fuerte que nunca, hoy, en la Argentina. Por eso hay que dar pelea, como la gente de Télam”, sostuvo Morales, ante el ensordecedor aplauso del público. Tras semejante apoyo, subió a escena Pablo “Sarcófago” Cano, guitarrista de los Ratones Paranoicos, y la banda Afilados. El fin quedó claro de entrada cuando, en medio de un ajustado rhythm and blues, se escuchó un estribillo a tono con la tarde: “Buenos Aires empieza a sonar, y por Télam vamos a gritar”. Entre el humo producto de los choripanes y las hamburguesas que los trabajadores cocinaron en el buffet solidario, y la transmisión en vivo del noticiero de la Tv Pública, hizo su aparición La Perra que los Parió, cuyo cantante, Nahuel Amarilla, trabaja en la administración de Telam hace 26 años. Siento una enorme responsabilidad al estar acá, porque la agencia es mi seunda casa… estoy orgulloso de mis compañeros”, se solidarizó Amarilla, a quien no le tocó la tijera, pero le pasó muy cerca. Al término de la Perra, Nagual hizo explotar a las huestes de Mataderos (su barrio natal), mientras al cierre de esta edición, Karamelo Santo y La Delio Valdez, cerraban el abrazo a los trabajadores a puro decibel.
El festival se convirtió entonces en la fase solidario-musical de este conflicto que ya atraviesa más de un mes, y que tiene como epicentro el despido de 357 trabajadores (40 por ciento del personal total) de la Agencia de Noticias de bandera. Una larga e intensa lucha, que liga con otras que marcan el clima de época: la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito; la supervivencia docente; los despidos en gran parte de las ramas industriales; los presos políticos; Maldonado; los tarifazos; el vaciamiento de empresas estatales necesarias para el desarrollo industrial, económico y cultural del país; y la aguda crisis económica. Respecto de lo judicial, puntualmente, sigue vigente la medida cautelar que considera ilegales los despidos de la agencia (el juez Ricardo Tatarsky, a cargo de Juzgado Nacional del Trabajo Nro 22, rechazó un recurso de revocatoria de la misma planteado por la empresa), y prosigue un cese de tareas con los trabajadores en su lugar de trabajo. En efecto, una de las salidas que estos le ven al conflicto es elaborar un proyecto tendiente a convertir a Télam en una empresa de servicio público con control parlamentario.
En tanto, además de ser apoyado por gran parte del arco sindical, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, universidades nacionales; múltiples organismos de derechos humanos, y de movimientos sociales, los trabajadores recibieron el respaldo de la CSI (Confederación Sindical Internacional) que nuclea más de doscientos millones de trabajadores de 163 países. “Son graves los riesgos derivados del virtual desmantelamiento de Télam en términos de vulneración al derecho a la información de la población argentina y a la pluralidad de voces en los medios de comunicación”, dijo su secretaria general, la australiana Sharan Burrow, que además sostuvo, en una carta enviada a Mauricio Macri, que las cesantías vulneran los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo.