Es viernes y José Luis Gioja atiende en su oficina vecina al Congreso, mientras los apoderados del Partido Justicialista tramitan en Tribunales que la Justicia le facilite el acceso a la histórica sede de la calle Matheu, luego de que la Cámara Electoral lo rehabilitara como presidente. Probablemente informado de lo que se venía, el ahora ex interventor Luis Barrionuevo cerró la puerta con llave y se fue de viaje. Antes, dejó un cartel en la puerta informando que jueves y viernes no habría actividad, como si se tratara de un almacén cerrado por duelo. Con todo, Gioja no quiere profundizar las diferencias en su plan de enfatizar que el enemigo del peronismo está en la Casa Rosada y no adentro del PJ.
–¿Sigue pensando que estuvo la mano del Gobierno detrás de la decisión de intervenir al Partido Justicialista?
–No me cabe ninguna duda. Fue muy torpe lo que hicieron. Nosotros confiábamos en la justicia electoral, tanto en el fiscal como en los camaristas, por los antecedentes que tenían. Y terminaron dándonos la razón.
–¿Y cuál era el objetivo del Gobierno?
–Desgastar, apostar al “divide y reinarás”. Creen que con eso les va a ir bien y para mí es todo lo contrario. La oposición es un instrumento de la democracia y mientras más organizada esté, mejor. Obviamente, nosotros apuntamos a eso y a desplazar a este Gobierno a través de las urnas. Para eso es fundamental la unidad, convocar a todos y no tener prejuicios. Hay que trazar una raya y abrir las puertas de par en par, agrandar la base de sustentación y pensar en un frente patriótico donde podamos estar todos los que piensen distinto a los que hoy gobiernan. La extorsión del Gobierno a gobernadores, legisladores y a quien pueda es para dividirnos y generar antinomias.
–¿Dejó algo positivo el paso de Luis Barrionuevo por el PJ?
–No soy juzgador. Lo que nosotros hicimos fue lo correcto. Pero no paramos nunca, no nos quedamos de brazos cruzados. Seguimos trabajando, convocamos al Congreso del PJ que fue un éxito. En épocas de crisis juntar 700 congresales no es poca cosa. Hubo un gran espíritu de unidad, creamos una Comisión de Acción Política que está funcionando. Queremos la unidad en serio. Sabemos que no va a ser del cien por ciento, pero haremos la posible.
–¿Cuál va a ser el próximo paso una vez que reasuma al frente del partido?
–La Comisión de Acción política va a seguir. Fue creada por el Congreso Nacional del partido, que es la máxima autoridad legislativa. Vamos a trabajar codo a codo con ellos. La semana que viene la discusión va a estar acaparada por otros temas, así que probablemente la otra semana vamos a hacer la convocatoria a un plenario del Consejo Nacional al que vamos a invitar a los presidentes de los PJ provinciales con la idea de ir generando líneas de acción.
–En el peronismo se van perfilando dos grandes armados de cara a 2019 que hoy parece difícil que confluyan en un solo frente. ¿Cómo va a hacer para juntarlos?
–No creo que sean dos, son muchos. Y está bien, que se arme todo lo que se pueda armar. Pero si les preguntamos, los objetivos que tienen son todos parecidos. Tendremos que tener la grandeza de coincidir programáticamente y después el que quiera jugar que juegue, con reglas de juego bien claras. Si no hay acuerdo habrá una gran primaria y ahí vamos a ganar todos. No va a haber un sólo ganador, sino un primero, un segundo, un tercero. Vamos a ser capaces de tener una estructura política y electoral fuerte para generar esperanza en nuestro pueblo y cambiar el estado de cosas generado por las medidas que ha tomado este gobierno.
–Hace unos días tanto Juan Manuel Urtubey como Miguel Pichetto dijo estar convencido de que Cristina Kirchner será candidata el año que viene y que ellos no formarían parte del mismo armado.
–Para hablar mal y hacer críticas hay que mirar para el lado del adversario. Dentro del peronismo no tiene que haber enemigos. El enemigo está enfrente, son los que gobiernan y le hacen daño a nuestro pueblo. Somos oposición, y como tal tenemos que ofrecer la mejor alternativa.
–¿Quiere decir que ellos ven al enemigo dentro del peronismo y no al Gobierno?
–Sí, y hay que olvidarse de eso. Por eso digo que tal vez no nos juntemos al cien por ciento pero vamos a trabajar para eso.
–Hay varios que ya expresaron ambiciones presidenciales en el peronismo y...
–Qué lindo, qué bueno (interrumpe). Que salgan y recorran el país. Me parece legítimo. Y si uno pregunta cuáles son las diferencias entre uno y otro va a ver que son muy pocas. Entonces armemos un programa mínimo, sumemos todo lo que podamos y que salgan los que quieran ser y tengan la capacidad.
–¿A qué otros partidos piensan sumar en ese frente patriótico del que habla?
–A todos. Absolutamente a todos los que piensen distinto a los que gobiernen. El límite está en la Casa Rosada.
–Hubo dos causas de gran repercusión en los últimos días. Primero apareció la de los aportantes truchos en la campaña de Cambiemos y ahora surgió lo de los cuadernos del chofer de Baratta. ¿Cómo analiza las posibles consecuencias?
–Creo que esto último fue para tapar lo anterior. Primero cambiaron el fiscal de la causa de los aportes y ahora aparece este otro tema. Es el elefante blanco, poner algo que llame la atención para distraernos de lo otro. Me parece que están jugando a eso. Tiene que haber justicia y la Justicia debe castigar a quien delinque, no debe estar al servicio ni del Ejecutivo, ni de la oposición, ni de nadie. Lamentablemente hay un sector que peca de eso. No me cierra que haya tantos detenidos sin haberles tomado declaración indagatoria siquiera. Que usen la prisión preventiva como una cosa corriente. Se están violando derechos elementales, se vulnera el estado de derecho.
–El juez Bonadio evalúa pedir el desafuero de Cristina Kirchner, ¿cuál será la posición del PJ?
–Hay una especie de doctrina que entiende que el desafuero no corresponde hasta que no haya sentencia firme y así debe ser.
–Desde el sector de Pichetto lo habían acusado de jugar para el kirchnerismo, ¿cómo toma esa recriminación?
–Soy peronista, el kirchnerismo es peronista y Pichetto es peronista. Tenemos que juntarnos y dejarnos de joder. Repito: el adversario no está adentro, está afuera. Es el que martiriza permanentemente a nuestro pueblo con las medidas que toma. No me preocupan esas críticas, lo que me preocupan son los objetivos y creo que nuestros objetivos son los mismos.