“Sin impunidad, con justicia”, reza el cartel que se levanta en el predio donde hace cinco años había un edificio, en Salta 2141. La explosión del 6 de agosto de 2013, que se llevó la vida de 22 personas, todavía estremece y busca no quedar impune en los pasillos de Tribunales. Pese al tiempo transcurrido, con la investigación prácticamente culminada, se espera el informe final del último peritaje que realizaron especialistas de la ciudad de Córdoba, para echar más luz sobre lo ocurrido. En el caso hay cinco funcionarios de Litoral Gas imputados, tres gasistas y tres responsables de la administración del complejo de departamentos, que llegarán a juicio apenas se ponga fecha.
Son las 9.38 del martes 6 de agosto de 2013. En la cuadra de Salta entre Oroño y Balcarce hay un fuerte olor a gas. De repente, un zumbido, corridas, gritos y el estallido interno que hizo implotar los primeros dos cuerpos del edificio. En segundos, fuego, derrumbe, humo. Uno de los sobrevivientes relata cómo fue despedido hacia otra habitación de su departamento, a la que le faltaba una pared completa. Más de una veintena de cuerpos atrapados entre los escombros. Una mujer grita por ayuda desde la ventana de un dormitorio que da a la calle, y los bomberos la ayudan a salir. Las llamas trepan al cielo y a los lados (foto). El estrago quedará para siempre en la memoria de rosarinos y rosarinas, como uno de los sucesos más tristes de la ciudad y alrededores. Muchas de las víctimas eran jóvenes estudiantes de localidades cercanas.
Hoy, a las 9.38, las sirenas de autobombas atarán otro nudo en las gargantas de quienes las escuchen ulular, como cada año. El dolor se produce con el simple hecho de caminar esa vereda, que muchos transeúntes evitan. Los familiares buscan desde allí que no haya olvido, que la Justicia repare en parte, tanta tristeza. Hoy lo harán con un nuevo acto recordatorio.
En los primeros meses de investigación, la Justicia imputó a 11 personas consideradas responsables del estrago culposo agravado por el resultado muerte; Enargas multó a Litoral Gas; y los familiares no cesaron en su reclamo de que los acusados estén presos, situación que no tuvo asidero en la Justicia. En los últimos años, dicen, encontraron silencio. Mientras tanto, la preocupación se trasladó al resto de la ciudadanía, ante la advertencia de los deudos sobre las instalaciones de gas en la ciudad.
Las imágenes de aquellos días conmueven. Es que durante más de una semana se buscó a las víctimas, mientras los familiares esperaban saber de sus hijos, hermanos, esposos, madres y padres, sobre el cantero central de bulevar Oroño, donde la solidaridad también fue conmovedora. La calle permaneció cortada durante todos esos días y la vida de muchos se detuvo allí.
El trámite judicial se lentificó después de que en 2016 la Cámara Penal dijera que el juicio iba a ser oral y público. Es que todavía no se constituyó tribunal para las audiencias, ni se puso fecha para lo que será un juicio histórico.