A seis meses de haber sido llevado a declarar por la fuerza pública al juicio contra la banda de Los Monos, Diego Romero fue asesinado de cinco disparos en la puerta de su casa de Barra al 2300. Dos personas en una moto pasaron por la vereda de su casa anteanoche y le dispararon cinco balazos en el pecho. Ocurrió la noche posterior a las dos nuevas balaceras contra el Centro de Justicia Penal  y al edificio de barrio Martin vinculado con la jueza Marisol Usandizaga, miembro del tribunal que condenó a la banda, donde apareció un mensaje escrito en cartón: “Con la mafia no se jode”.