La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de la localidad neuquina de Arroyito continúa sumergida en la crisis y no tiene recursos para abonar los sueldos. A mediados de 2016, el subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, les había presentado a las autoridades de la empresa y a sus trabajadores un plan productivo a 18 años que iba de la mano de la construcción de la cuarta central nuclear, a la que le proveerían el agua pesada que necesita para funcionar. Sin embargo, esa propuesta quedó en la nada y la producción de agua pesada continúa interrumpida en un contexto de desfinanciamiento generalizado del sector nuclear. En una presentación ante el Congreso realizada en mayo, el jefe de Gabinete Marcos Peña aseguró que “se está trabajando en la optimización de la operación de la Planta de Agua Pesada por parte de la empresa ENSI, lo cual incluye modificaciones en su estructura de costos a efectos de optimizar su productividad”, pero desde entonces nada cambió. “Informamos que actualmente la expectativa de ingresos destinados a PIAP está centrado en la concreción del contrato de venta a NASA del agua pesada que tenemos en stock. A la fecha, dicho contrato no se ha suscripto y no se cuenta con una fecha determinada para la firma del mismo. La consecuencia es que no hay una fecha cierta de ingreso de fondos que puedan ser destinados al pago de los sueldos de julio. Informaremos de cualquier novedad al respecto”, aseguró el jueves pasado Ignacio Maffei, responsable de recursos humanos de la empresa, en una carta dirigida al personal.