Los movimientos populares se preparan para realizar mañana, de Liniers a la Plaza de Mayo, una nueva marcha de San Cayetano. Es el tercer año consecutivo de la movilización, que esta vez sumará la consigna “Fuera FMI” a la de “Pan, techo y trabajo”. “Estamos en la peor crisis social de las últimas décadas y eso se va a notar en la calle”, anticipan los organizadores.

La CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa hicieron actividades preparatorias la semana pasada. El jueves armaron ollas populares en el Obelisco y a lo largo del conurbano para reclamar al Gobierno que dicte la emergencia alimentaria. El viernes fueron a la CGT, donde un plenario de dirigentes sociales sesionó con el acompañamiento del triunviro Juan Carlos Schmid. Hoy van a sumar otros apoyos gremiales con una conferencia de prensa junto a los trabajadores de Télam, en la sede de la agencia de noticias. La CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma y la CTA Perón también adelantaron su acompañamiento a la movilización. 

“Estamos en la peor crisis; peor porque la situación social es más grave y peor por lo que el acuerdo con el FMI significa para el futuro inmediato. Es una crisis que muestra los niveles de dificultad que tiene un gobierno inoperante para frenar la agudización de la pobreza”, dijo a PáginaI12 Daniel Menéndez, coordinador de Barrios de Pie, al señalar por qué las organizaciones convocantes creen que el martes saldrá más gente a la calle. 

Los manifestantes partirán a las 7 de la mañana desde Cuzco y Rivadavia, en las inmediaciones de la iglesia ubicada en el barrio de Liniers. Antes de largar, una delegación va a pasar por el santuario, donde los 7 de agosto se realiza la misa por el patrono del pan y el trabajo para que bendiga las imágenes de San Cayetano y la virgen de Luján que encabezarán la columna. 

Los caminantes tomarán por la avenida Rivadavia hasta Once, van a pasar después por el costado del Congreso para finalmente desembocar en la Plaza de Mayo, donde a las tres de la tarde habrá un acto de cierre, con oradores. 

Las organizaciones han articulado sus reclamos en un paquete de cinco proyectos de ley. Esas iniciativas buscan dar una respuesta integral a los hogares que viven de la llamada economía popular –trabajos informales, beneficiarios de planes sociales o cuentapropistas–. Como cuestión más urgente, agravada por la inflación y la recesión, está el proyecto para que se declare la emergencia alimentaria.

Otra iniciativa apunta a que la obra pública destine el 25 por ciento de sus presupuestos a las cooperativas sociales, como mecanismo para generar empleo genuino. En el mismo sentido se propone la urbanización de asentamientos y barrios populares. Otro de los proyectos se relaciona con la generación de un programa para la prevención y tratamiento de las adicciones.

“Cada 7 de agosto tuvo su particularidad”, señaló Esteban “Gringo” Castro, de la CTEP. “La de 2016 fue fundacional; la del año pasado se dio a pocos días de las PASO y buscamos darle un carácter puramente gremial. Hoy la contradicción principal es el acuerdo con el FMI. Si no resolvemos eso, no vamos a poder resolver nada de lo otro. Nuestro reclamo de siempre, que es techo, tierra y trabajo, es incompatible con ese acuerdo que implica un ajuste de 300 mil millones de pesos.”