Miles de venezolanos mostraron ayer, en una masiva manifestación en Caracas, su apoyo al presidente Nicolás Maduro tras el ataque que sufrió el pasado sábado, producido por drones con explosivos. La fiscalía, por su parte, confirmó que ya se habían establecido las primeras conexiones internacionales con los seis detenidos por el intento de magnicidio.
“Vinimos a apoyar al presidente luego del acto terrorista que sufrió”, afirmó Francisca Harvey, de 53 años, mientras avanzaba hacia una tarima con una enorme pantalla en la que se leía: “Maduro pa’rato”. La movilización, convocada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y promocionada a través del canal estatal VTV, partió de un punto en el centro de la capital venezolana y llegó hasta el palacio presidencial de Miraflores. Maduro tenía previsto recibir a la marcha, pero su aparición fue cancelada.
Desde el escenario, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, celebró la respuesta de la ciudadanía: “El pueblo sale nuevamente a la calle a conquistar su paz, a conquistar la tranquilidad del país (...) para condenar la violencia en todas sus manifestaciones”. El también vicepresidente del PSUV, luego alertó que un magnicidio desataría una ola de violencia en el país: “No piensen, señores de la burguesía, de los partidos de oposición, que gobernarían un instante. Se encendería Venezuela”.
Por su parte, el fiscal general, Tarek William Saab, confirmó que dos hombres habían sido detenidos en flagrancia mientras operaban desde un auto un segundo dron que se estrelló contra un edificio. No obstante, no los identificó, como había prometido el domingo, y tampoco se refirió a otras cuatro capturas anunciadas por el gobierno. Lo que sí dio a conocer es que ya se habían establecido las primeras conexiones internacionales de las seis personas detenidas y que habían identificado a los que habían armado los aparatos explosivos. El fiscal sostuvo ayer, además, que había llegado la hora de acabar con las conspiraciones. “Que este hecho sirva para extirpar de una vez por todas cualquier intento violento de atentar contra la paz”, advirtió Saab y afirmó que los cargos bajo los que se podría condenar a los responsables serían: “Traición a la patria, homicidio intencional calificado en grado de frustración, homicidio frustrado y lesiones graves, lanzamiento de artefacto explosivo en reuniones públicas, terrorismo, asociación para delinquir, y financiamientos al terrorismo”.
Horas después del fallido atentado, Maduro había apuntado al presidente colombiano Juan Manuel Santos, afirmando que su homólogo estaba detrás del ataque, acusación que desde Bogotá rechazaron rotundamente. “¡Por Dios! Yo le digo al presidente de Venezuela: yo el sábado estaba en unas cosas mucho más importantes. Yo estaba bautizando a mi nieta”, aseguró Santos ayer en su discurso de despedida al pueblo colombiano, ya que hoy dejará el poder (ver página 24).
Por su parte, el gobierno venezolano dio a conocer un comunicado en el que insiste, no obstante, en sus acusaciones y vuelve a señalar a Colombia. “La historia ha demostrado que la obsesión de la oligarquía colombiana por interferir en los asuntos venezolanos no conoce límites”. En el texto se lee, además, que Caracas hace responsable al Gobierno de Bogotá de cualquier nueva agresión o intento de propiciar desde su territorio o desde los espacios fronterizos cualquier provocación contra Venezuela.
La televisión estatal difundió el sábado una imagen en la que se ve a Maduro desorientado tras la explosión de uno de los drones, mientras estaba dando un discurso por la celebración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana junto a su esposa Cilia Flores y altos funcionarios. Luego de eso es evacuado por sus escoltas y, tras un segundo estallido, se ve a decenas de militares corriendo asustados. El resultado del atentado fue que siete oficiales resultaron heridos.