En la última audiencia por el juicio de la causa Ciccone Calcográfica, antes de la sentencia del Tribunal Oral Federal 4 de Capital Federal, el ex vicepresidente y ex ministro de Economía Amado Boudou afirmó durante su alegato que "jamás" negoció por él o a través de terceras personas la compra de la ex Ciccone. El ex funcionario, a quien se lo acusa de haber realizado supuestas negociaciones incompatibles con la función pública y de haber cometido el delito de cohecho, negó las imputaciones en su contra y dijo que el juicio tuvo "cosas extrañas".
"Jamás negocié por mí ni a través de terceros la compra del 70 por ciento del paquete accionario", aseguró Boudou, quien señaló que en el marco del juicio en su contra se "invirtió la carga de la prueba". Del mismo modo, desestimó la acusación por cohecho dado que "el propio (Alejandro) Vanderbroele dijo que cohecho no existió". "La situación del cohecho no tiene correlato con ninguna de las pruebas que se dieron", ratificó el ex funcionario en los Tribunales de Comodoro Py.
Boudou dijo que el juicio tuvo "cuestiones extrañas desde un inicio" y vinculó el caso Ciccone a una repulsa por la estatización de las AFJP durante su gestión en la ANSES. "Acá también hay una cuestión de revancha de clase, de aleccionar, de que nadie se tiene que animar a cambiar las cosas. Los políticos que deciden cambiar la realidad son perseguidos. Primero desde el punto de vista mediático, luego desde el sistema de justicia", cerró.
Poco después, Alejandro Rúa, su abogado defensor, reclamó la suspensión del veredicto porque el presidente del tribunal que juzga al ex vicepresidente , Pablo Bertuzzi, no podía intervenir. El letrado confirmó que se había apelado ante la Corte Suprema el rechazo a una recusación de Bertuzzi, motivo por el cual hay un “efecto suspensivo” que le impidía al tribunal intervenir. Su planteo no fue tenido en cuenta.