Convocadas por organizaciones sociales, gremiales, políticas y religiosas, cinco mil personas marcharon ayer desde la Parroquia San Cayetano hasta la sede de la Ansés y el Concejo Municipal reclamando la urgente declaración de la emergencia alimentaria y laboral en la ciudad. “Pan y Trabajo, el Fondo al carajo”, se escuchó por el megáfono en la previa de la lectura del documento con fuertes críticas al gobierno nacional que leyeron en la puerta del Palacio Vasallo, en el marco de la jornada en la que exigieron que los recursos de los tres niveles del Estado “se pongan prioritariamente al servicio de paliar la situación que sufren los sectores más humildes”. Más tarde, un grupo fue recibido por ediles de todos los bloques políticos, a excepción del PRO. Allí se llevaron el compromiso de los concejales en avanzar con la realización de una jornada pública para explicar los alcances de la emergencia alimentaria, y en la creación de una mesa de trabajo para el tratamiento de otros proyectos relacionados.
Tras recibir la bendición del párroco Marcelo Franchini, los movimientos sociales partieron desde la Parroquia San Cayetano, ubicada en Buenos Aires al 2100, hacia el centro de la ciudad para visibilizar sus demandas; entre otras, la declaración de la emergencia alimentaria en la ciudad, actualizar el monto de la Tarjeta Única de Ciudadanía que quedó muy atrasada por la devaluación, y que tengan la posibilidad de realizar obra pública en los barrios a través de cooperativas de trabajo.
La marcha, convocada por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie, la Cooperativa de Trabajo Cartoneros Unidos, Pueblos Originarios en Lucha, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), la Multisectorial 21 F y el Movimiento Evita, fue multitudinaria. Los manifestantes se quedaron varios minutos frente a la sede de la Ansés, en Rioja y Sarmiento, y después se dirigieron hasta el Concejo Municipal donde leyeron un documento.
Los referentes de las organizaciones sociales que movilizaron participaron más tarde de una reunión con varios ediles en el Anexo del Concejo. No pasó desapercibida la ausencia de los concejales de Cambiemos en el encuentro. “Nos hubiese gustado que estuviera presente el bloque que representa al gobierno nacional para que nos escuche, plantearle que debe haber un cambio de política económica, que el ajuste no lo podemos seguir bancando nosotros. Esto nos va a llevar puestos a todos”, se quejó Gabriel Báez, de Barrios de Pie, ante la mirada de las concejalas Norma López, Marina Magnani, Caren Tepp, Celeste Lepratti, y los concejales Eduardo Toniolli, Osvaldo Miatello, Horacio Ghiradi, Lisandro Zeno, Pedro Salinas, Eduardo Trasante y Andrés Giménez.
Además del pedido urgente para declarar la emergencia alimentaria, los movimientos sociales pidieron actualizar los 270 pesos de la Tarjeta Única de Ciudadanía que beneficia a 57 mil personas en Rosario con fondos nacionales y provinciales. “La situación se ha agravado mucho por la devaluación, necesitamos aumentar los montos lo que permitiría tener un ingreso mayor en lo alimentario, y ese dinero comenzaría a circular en la economía de los barrios”, señaló Eduardo Delmonte de la CCC.
“En el barrio vemos que muchos compañeros vivían de las changas, y hoy con la crisis económica eso se terminó, y nosotros cada vez tenemos menos herramientas para dar una respuesta a eso”, señaló Pepe Berra, de la Ctep. El dirigente planteó que “hay una mano de obra que es posible ocupar”, por tal motivo pidió que el municipio prevea en sus planes de obras la posibilidad de incorporar a las cooperativas de trabajo de las organizaciones populares. “Hace unos días, la intendenta anunció un plan de veredas por 130 millones de pesos, gran parte de esa obra la podemos hacer desde las organizaciones populares”, abundó.
Desde la Cooperativa de Cartoneros solicitaron que la Municipalidad implemente la prueba piloto para la creación de un sistema de reciclado de residuos sólidos urbanos que fue aprobada oportunamente por el Concejo. “Pasamos de ser una cooperativa a un merendero, el hambre que tienen los chicos es criminal”, expresó Mónica Crespo, una de las referentes de la cooperativa de Empalme Graneros que participó de la reunión.
Otro pedido urgente surgió de los referentes de la Red de Huerteras, muy preocupados porque Nación dio de baja el Monotributo Social Agropecuario y no pueden facturar sus productos. “La brutalidad de este modelo hace que la respuesta sea urgente”, planteó Leandro Uset, de la Mesa de Organizaciones Políticas y Sociales.