Para impulsar la participación de las estrellas, la Federación Internacional de Tenis (ITF) someterá a consulta el 16 de agosto próximo durante su asamblea general en Orlando (Florida), una gran reforma en la Copa Davis, competición creada en 1900. Esta reforma contempla una fase final entre 18 países, disputada a lo largo de una semana en una sola ciudad en lugar de en cuatro fines de semana al año. Enfrente estará la oposición de algunos jugadores que lamentan el final de una tradición, y el proyecto rival de la Copa del Mundo que la ATP relanzará en 2020. David Haggerty, presidente de la ITF, se mostró confiado en que la reforma será aprobada. “La razón de esta confianza es que la Copa Davis tiene detrás de sí una larga historia y una larga tradición. Es una verdadera competición de naciones. Contamos pues con un gran legado. Además, el nuevo formato propuesto es el que el Consejo de jugadores de la ATP sugirió en septiembre de 2016. Muchas naciones lo apoyan. 25 millones de dólares (21,5 millones de euros) irán a las federaciones para el desarrollo del tenis, y 20 millones de dólares (17,2 millones de euros) serán para los tenistas”, sostuvo el dirigente en diálogo con la agencia AFP. Luego se refirió a la posición crítica que tomó al respecto el Abierto de Australia, el único de los cuatro Grand Slam que no adhiere al cambio. “Me sorprendió la carta de Tennis Australia (la Federación de ese país), no creo que sea representativa de la opinión de muchas naciones. Mi sensación es que muchas naciones, no sólo de Europa sino de todo el mundo, apoyan la reforma. Ven el beneficio de tener una fase final en una semana, con 18 equipos, en una sola ciudad”, agregó el dirigente, que reconoció que la ITF recibió ya dosieres sobre las candidaturas de Madrid y Lille como sede para la futura competencia.