Tras el anuncio de la puesta en marcha de las sanciones estadounidenses a Irán, la Unión Europea (UE) ratificó su apoyo al acuerdo con el país persa y sostuvo que protegerá de las medidas a las empresas del continente que hagan negocios con los iraníes.
Como respuesta a las sanciones, en la UE entró hoy en vigor el denominado estatuto de bloqueo, que había sido modificado para incluir el caso iraní. Esa normativa contempla que las pequeñas empresas puedan exigir compensaciones a Estados Unidos por posibles costos y pérdidas derivadas de las sanciones. Teóricamente, el estatuto abre también la posibilidad de castigar a las empresas europeas que cumplan las sanciones sin tener un permiso de exención europeo. Según la Cámara de Comercio alemana-iraní, cada empresa analizará hasta qué punto puede verse afectada por las sanciones. Según estima, las empresas más grandes con presencia o activos en Estados Unidos podrían tener reparos, pero muchas medianas empresas mantendrán sus negocios con Irán. En la primer fase de las sanciones económicas, Estados Unidos quiere impedir que Irán pueda comprar dólares o comerciar con oro y metales preciosos. También las medidas apuntan contra el comercio con determinados metales, materias primas y software industrial. Asimismo, se vio afectada la importación de alimentos y alfombras iraníes a Estados Unidos. En noviembre, la administración Trump, quiere subir un escalón más y e ir contra el sistema bancario y petrolero del país. Por un lado, Washington pretende reducir a cero las importaciones de petróleo iraní de otros países y por otro paralizar el servicio internacional de pagos con Teherán.
Tras las declaraciones de la UE, el asesor de seguridad nacional estadounidense, John Bolton, arremetió ayer contra Europa por su postura y alertó que los europeos pronto aceptarán al realidad de las sanciones. “Quizá los burócratas de las capitales europeas y particularmente de Bruselas van a sacar el petróleo iraní fuera del país en cubos”, dijo Bolton en declaraciones a Fox Business Network. Pese a ello rechazó que las diferencias sobre Irán vayan a tensar las relaciones con sus aliados europeos. “La gente de negocios sabe que quiere hacer negocios con Estados Unidos y si hay que elegir entre nosotros e Irán, es una solución bastante fácil para ellos”, dijo el funcionario en otra entrevista.
Bolton, haciéndose eco de las declaraciones de Trump del lunes, insistió en que Estados Unidos seguía abierto a dialogar con los líderes iraníes. Es que las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán tienen detrás el objetivo de ejercer tal presión económica sobre el país persa que lo lleve a negociar otro acuerdo nuclear más favorable a los intereses estadounidenses. Con esto, la Casa Blanca busca cambiar la política iraní en la región, donde Teherán tiene un papel activo en Siria y Yemen, y apoya a Hamas yHezbolá.