El retorno a la competencia internacional llegó finalmente para Boca, luego del parate mundialista, y su gran anhelo sigue firme: la Copa Libertadores. El equipo inició la serie de octavos de final de la mejor manera, y espera la revancha ante Libertad con muchas posibilidades de acceder a la siguiente instancia.
El estreno de algunos nombres era uno de los atractivos principales en la noche de ayer, y sobre todo la atención estaba en el arco. El joven Andrada debutó en el club y lo hizo de manera efectiva. El ex Lanús no se complicó cuando tuvo que jugar la pelota con el pie, pero mostró algunas dudas en los envíos aéreos. En uno de ellos, Bareiro cabeceó cruzado con peligro serio de lograr el empate.
Esa situación se dio cuando Boca ya se encontraba en ventaja. Apenas habían pasado seis minutos cuando Abila convirtió el primer gol. El delantero le pegó de zurda luego de un rebote por un tiro de Goltz, quien tocó la pelota con el brazo cuando conectó el envío desde la derecha.
Mauto Zárate fue la otra cara nueva que mostró el campeón argentino, y el ex Vélez se movió con acierto detrás de Abila. Zárate se encargó de habilitar con pases en diagonal tanto hacia adelante como hacia los costados.
El final del primer tiempo encontró a Boca jugando con mucha velocidad en los últimos metros, y en una de esas corridas el propio Zárate convirtió el segundo gol. El delantero definió con un remate de zurda, después de enganchar en el área para dejar a un rival en el camino.
La misión de Boca para la segunda parte era no sólo tratar de aumentar la diferencia, sino también evitar correr riesgos defensivos que le permitan a Libertad descontar en el resultado, con las complicaciones que puede tener recibir goles jugando como local. El esquema continuo siendo el mismo en Boca, y Cardona seguía teniendo una participación activa.
El colombiano manejaba el andamiaje ofensivo, y lograba que el resto se acomode a su ritmo. Abila estuvo muy cerca de marcar el tercer gol pero su toque al lado del arco se fue desviado. El que no mostró la precisión habitual fue Pavón, que cada vez que encaraba con la pelota en su poder no podía desequilibrar. El jugador sólo acertó cuando llegó por sorpresa por los laterales, para asistir a los compañeros que ingresaban por el centro.
Cardona fue otro que tuvo una chance para convertir a través de un tiro libre, pero Muñoz respondió muy bien. De la misma manera acertó el arquero, cuando enfrentó a Zárate en la puerta del área chica. Y Pavón tampoco pudo concretar cuando tuvo que definir y Muñoz pudo llegar antes que él.
El ingreso de Nández sirvió para imprimirle más dinámica al mediocampo, en el momento que Libertad empujaba con más entusiasmo que fútbol. Los paraguayos dejaron una versión muy deslucida y se notó la diferencia ante un adversario que ya está consolidado. La noche se cerró con una ovación para Carlos Tevez, que participó de los últimos cuatro minutos.