El empresario inmobiliario Jared Kushner tendrá un puesto en la futura administración de su suegro, Donald Trump, según dijeron a los medios norteamericanos fuentes del equipo de transición presidencial. Kushner, esposo de Ivanka Trump, una de las dos hijas del republicano, será nombrado como alto asesor presidencial en la administración que asumirá a partir del 20 de enero. Kushner, que se casó con Ivanka en 2009, está más cerca del Trump que cualquier otro consejero, y ha dado su opinión sobre todas las decisiones de contratación de su suegro. Él es “el primero entre iguales”, en palabras de un ex funcionario de campaña.

Las informaciones surgen días después de que se informara que Jared Kushner y su esposa habían comprado una casa en Washington. 

Se espera que Kushner desempeñe el mismo papel en la Casa Blanca con los consejeros Stephen K. Bannon y Kellyanne Conway proporcionando al presidente electo consejos sobre estrategia, mensajería y comunicaciones. 

Descendiente de una destacada familia demócrata activa en la política de Nueva Jersey, Kushner, de 35 años, no tiene experiencia gubernamental y nunca había desempeñado un papel activo en una campaña antes de comenzar a asesorar a Trump. Cuando su suegro empezó a subir en las primarias el graduado en Harvard ocupó un papel más decisivo. Y se sometió a una suerte de transformación política personal, llegando a creer en el mensaje económico ardiente y conservador de Trump después de pasar meses cruzando estados republicanos y oscilantes durante la campaña.

Se espera que Ivanka Trump tenga un importante rol en la Casa Blanca, según medios locales. La esposa de Donald Trump, Melania, tiene pensado quedarse en Nueva York varios meses hasta que termine el curso escolar el hijo de ambos, Barron. 

Fuentes consultadas por la cadena NBC no detallaron en qué áreas específicas colaborará Kushner con su suegro, aunque fue uno de sus principales asesores durante la campaña que culminó con los comicios del 8 de noviembre. 

La posibilidad de que el yerno de Trump se sume a su equipo se venía manejando desde hace varias semanas, lo que iba a representar desafíos personales para Kushner porque tendría que desvincularse de sus negocios para poder asumir un cargo oficial. 

Kushner es el director general de una compañía que está centrada en negocios inmobiliarios en Nueva York y en el vecino estado de Nueva Jersey, y que desde 2007 ha completado transacciones por cerca de 13.000 millones de dólares, según datos de la empresa. 

El pasado fin de semana, ante la posibilidad de que el yerno de Trump formara parte del equipo presidencial, el abogado de Kushner, Jamie Gorelick, anunció que estaba dando pasos para aclarar su futuro papel en los negocios inmobiliarios que tiene. 

El nuevo cargo de Kushner se hizo público un día después de la revelación de que renunciaría como director ejecutivo de Kushner Companies, la firma de bienes raíces de su familia, y se despojará de “activos sustanciales”, incluyendo la propiedad insignia de la compañía en 666 Fifth Avenue. Trump tiene previsto celebrar una conferencia de prensa mañana para explicar cómo va a ser hacer frente a innumerables conflictos de intereses planteados por su desarrollo internacional, el hotel, la marca y el imperio de entretenimiento.

Kushner debe demostrar que su posición oficial no está en contra de las leyes federales contra el nepotismo y que además no puede sacar provecho personal de las funciones públicas que se le asignarán. 

La ley contra el nepotismo, aprobada en 1967, podría afectar también a Ivanka Trump en caso de que se confirme que tendrá un papel oficial en la futura administración Trump. 

Norman L. Eisen, que era el principal abogado de ética de la Casa Blanca bajo la presidencia de Obama, dijo que no creía que el nombramiento de Kushner violaría esas leyes, pero agregó que el caso era “fangoso” incluso si Kushner declinaba aceptar un salario, como han propuesto sus abogados. Eisen dijo que pensaba que la decisión de Kushner de desprenderse de su negocio familiar aumentó la presión sobre Trump para que lo siguiera, algo que el presidente electo se ha mostrado reacio a hacer.

“Lo que estamos viendo ahora es, después del caos inicial de la transición de Trump, que sus nominados están cumpliendo con los requisitos de la ley”, dijo Eisen, quien también ocupó el cargo de embajador de Obama en la República Checa. “Rex Tillerson se ha retirado de Exxon, y ahora Kushner está haciendo lo mismo”, agregó, refiriéndose al nominado de Trump (Tillerson) como secretario de Estado. “Así que va a ser difícil para Trump ignorar 40 años de precedentes y no hacer lo mismo.”