Un celador de un colegio católico de la localidad mendocina de Guaymallén fue detenido acusado de abusar de una alumna de jardín de infantes de cuatro años. 

El abuso quedó al descubierto cuando la niña llegó a su casa y su madre descubrió que no tenía puesta la bombacha. “La ‘seño’ me la sacó, porque alguien me tocó”, dijo supuestamente la nena y de inmediato su familia decidió radicar la denuncia, que desató un escándalo al estar involucrado personal de una escuela religiosa en un episodio de abuso sexual infantil.

De acuerdo con lo indicado, el abuso se habría producido en el baño del Instituto Leonardo Murialdo y se le atribuye a un hombre, de 48 años y que trabajaba como celador, el que fue imputado por el delito de “abuso sexual agravado por acceso carnal y por la condición de guardador”.

Las cámaras de seguridad y el relato de la pequeña fueron los elementos que tuvo en cuenta Cecilia Bignert, fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual.