El gobierno de Santa Cruz que encabeza Alicia Kirchner reclamó a la UTE Represas Patagonia, que tiene a su cargo la obra de las represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz, la cancelación de los más de 300 despidos anunciados este fin de semana en los campamentos Piedra Buena y El Calafate. La gestión provincial definió además reclamar, a través de los ministros de Economía Juan Donnini y de Gobierno, Fernando Basanta, ante sus pares nacionales de Energía, Juan José Aranguren y de Interior, Rogelio Frigerio, informe sobre los plazos previstos para dar respuesta a los requerimientos ambientales ordenados por la Corte Suprema, al suspender provisoriamente la obra, y para la reanudación de la obra que en sus distintas etapas empleará a unos 5 mil obreros. La administración provincial entiende que la suspensión provisoria de la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic de acuerdo al fallo de la Corte, autoriza las tareas complementarias en los campamentos donde se dieron los despidos, y que incluso demandarían más de 850 trabajadores que se encontraban en la obra.