Rusia calificó ayer de inaceptables e ilegales las nuevas sanciones económicas contra Rusia tras el envenenamiento en el Reino Unido de un exespía ruso y de su hija y anunció que estudiará medidas de retorsión, en un contexto de escalada de tensión entre ambas potencias. 

“Consideramos absolutamente inaceptable el anuncio de nuevas restricciones relacionadas con el caso de Salisbury y las consideramos ilegales”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov (foto). “Desmentimos una vez más de manera categórica todas las declaraciones sobre cualquier tipo de implicación de Rusia”, añadió.

Peskov calificó a Washington de socio imprevisible pero dijo “tener esperanza en unas relaciones constructivas”. “Estas relaciones no son solo en interés de nuestros dos pueblos sino también en el de la estabilidad y la seguridad en el mundo”, añadió.

Poco después, la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, anunció que “la parte rusa va a estudiar la elaboración de medidas de retorsión contra este nuevo paso hostil de Washington”. “Estados Unidos eligieron deliberadamente el camino de la confrontación en las relaciones bilaterales, que ya están prácticamente reducidas a cero por sus propios esfuerzos”, añadió. 

Reputados expertos rusos advirtieron de que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos están a punto de atravesar el “punto de no retorno” y entrar, como mínimo, en el terreno de una guerra económica abierta. 

El anuncio de las sanciones provocó un terremoto ayer en la apertura de los mercados financieros rusos, que luego recuperaron la calma. La moneda rusa cayó a su nivel más bajo en casi dos años frente al dólar (66 rublos por dólar) mientras el euro valía 77 rublos por primera vez desde el pasado mes de abril. “El sistema financiero ruso es suficientemente sólido: ha demostrado su solidez en momentos difíciles”, dijo Peskov, mientras Rusia sigue sometida a estrictas sanciones desde la anexión de Crimea de 2014.

Las sanciones de Washington, que afectan a la exportación de algunos productos tecnológicos rusos, podrían costar centenares de millones de dólares a la economía rusa, indicó un responsable estadounidense que no quiso identificarse. Si no se cumplen estas sanciones, podría haber una segunda ronda de sanciones draconianas, según este alto responsable estadounidense, prohibiendo a las compañías rusas operar en aeropuertos de Estados Unidos o incluso romper relaciones diplomáticas.

“Las sanciones en sí no son destructoras pero dan un golpe al interés de los inversores y minan la confianza de los inversores en Rusia”, indicaron los analistas del banco ruso Alfa.