Con una carta que reunió todos los slogan utilizados por las agrupaciones antiderechos y un agradecimiento a los senadores “que se han pronunciado en defensa de la vida”, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) celebró el rechazo del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo e hizo una llamativa convocatoria a trabajar por las “mujeres embarazadas en situaciones de vulnerabilidad” y las “personas que han pasado por el drama del aborto”.

“En defensa de la vida” que “es un don de Dios” y a la que hay que “proteger desde la concepción hasta la muerte natural” fueron los argumentos centrales del texto titulado “Vale toda vida” con que la cúpula de la Iglesia Católica reflexionó positivamente sobre el revés a una demanda de ampliación de derechos que movilizó a millones de personas y que recibió el apoyo internacional.

Además, a pesar de que varios senadores reconocieron en los últimos días que hubo “presiones” de los obispos para rechazar el proyecto, la CEA destacó que su participación en los debates previos al tratamiento de ayer en el recinto fue para procurar “un diálogo iluminador sin considerar enemigos a quienes pensaran distinto”.

“Como sociedad argentina nos toca ahora asumir y trabajar las nuevas divisiones surgidas entre nosotros a partir de este proyecto, a través de un renovado ejercicio de diálogo”, añadió.

Obviamente, la nota tiene un saludo particular a “los senadores y organismos e instituciones que se han pronunciado en defensa de la vida”, y también un agradecimiento especial al “testimonio de los pobres” que, en la opinión de los obispos, “nos enseñan a recibir la vida como viene y a saber cuidarla porque es un don de Dios”.

Por otra parte, la CEA aludió a las movilizaciones de otros credos religiosos, como la iglesia evangélica que el fin de semana pasado movilizó a miles de personas en el Obelisco, y los llamó a seguir “aunando esfuerzos para proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.

El texto firmado por el cardenal Mario Poli y los obispos de San Isidro, Oscar Ojea; de Mendoza, Marcelo Colombo; y de Chascomús, Carlos Malfa, indica también que, con el objetivo cumplido del rechazo al proyecto, lo que ahora queda es trabajar por “la educación sexual responsable y el acompañamiento a los hogares maternales” donde hay “mujeres embarazadas en situaciones de vulnerabilidad”. También, como si fuera una ironía, pide centrar la “atención a personas que han pasado por el drama del aborto”.