La paz cambiaria le duró un mes al Gobierno. Cuando el Banco Central intentó relajar sus intervenciones y la restrictiva política monetaria, la divisa retomó envión y en dos días acumuló al público un alza de 68 centavos (2,2 por ciento) hasta 28,71 pesos. Sin ingreso de dólares por la vía de las exportaciones, con la imposibilidad de tomar deuda en el mercado internacional por el aumento de las tasas de interés a nivel global y cuando las divisas del Fondo Monetario Internacional comienzan a agotarse, la demanda por el billete verde volvió a ser protagonista. La expectativa es que habrá nuevos cimbronazos con el tipo de cambio y los ahorristas se adelantan a eso. “La única herramienta que le quedó al Banco Central para afrontar la restricción externa es devaluar”, aseguró a este diario el director del Observatorio de Deuda de la UMET, Arnaldo Bocco. El Fondo Monetario condicionó al Central en su intervención en el mercado de cambios, lo que, en un escenario de escasez de dólares y aumento de la demanda como cobertura ante la incertidumbre política y económica, se traduce en devaluación.
Se asemeja a una nueva corrida, pero en lo estructural es la misma que se desató en abril y que se había tomado una pausa en julio. Los problemas internos son los mismos, a los que se suman condiciones externas que complican aún más la situación cambiaria local. Entre lo conocido, la falta de dólares y un modelo económico que genera una fuerte desconfianza para que arriben inversiones. Por el contrario, el clima económico y político, con el affaire de las fotocopias, expulsa a inversores externos y también a los locales. “Hasta el que está adentro (del país) se quiere ir”, agregó Bocco.
El ex director del BCRA resalta la trampa en la que el Gobierno quedó encerrado al subordinar su política al Fondo. “El FMI te restringe el cumplimiento de las metas fiscales y el Gobierno no recibe dólares ni por exportaciones, ni por inversiones ni por desatesoramiento de personas que crean que este es el precio al que va a quedar la divisa”, agrega. “Por otro lado, el Fondo le dice al Central que tiene que vender menos dólares en momentos en que no hay. Te están diciendo que devalúes”, explicó el directivo de la UMET.
El interrogante es qué sucederá cuando se acaben los fondos que prestó el FMI. “Más allá de que la devaluación contrae importaciones y eso reduce el déficit comercial, las exportaciones no mejoran y el peso de la deuda en dólares se agiganta. Mientras, comienza a acabarse el dinero que le dio el Fondo para intervenir en el mercado. Por eso reduce la intervención”, aseguró a PáginaI12 el ex titular del BCRA Alejandro Vanoli. En tanto, a esto se suma que el mes próximo finaliza el período de liquidación habitual de la cosecha gruesa, pese a que el esquema de ingreso de divisas está ampliamente flexibilizado. “De todos modos impacta porque, aunque no haya obligación, los exportadores que necesitan los pesos, liquidan”, agregó. El ciclo de mayor oferta de dólares del agro es entre mayo y septiembre.
Como si esto fuera poco, el mundo no colabora. El dólar se apreció contra las principales divisas del mundo, en el marco de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que se reflejan en una guerra de proteccionismos que complica principalmente a las economías emergentes y exportadoras de commodities. En Brasil y México, la suba del dólar fue de 1,2 por ciento. En la Argentina, los problemas locales duplicaron ese margen. “Argentina devaluó más que el resto por la inconsistencia de su modelo económico y la escasez de dólares. Es por eso que cuando el Central deja de subir la tasa de interés, la demanda de dólares se dispara”, se sumó Hernán Letcher, titular del Centro de Estudios de Política Económica (CEPA). “En este escenario va a haber siempre tensiones al alza con el tipo de cambio. Cabe recordar que el Central le deben quedar entre 1000 y 2000 millones de dólares para intervenir en el mercado”, agregó el economista del CEPA. Por el lado político, las denuncias de coimas sobre la base de unos supuestos cuadernos Gloria le agregó un condimento extra a este cóctel explosivo.