El reclamo por la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez llegó al centro porteño. A las 18, docentes, alumnos de todos los niveles, sindicatos y personas que conforman la comunidad educativa bonaerense realizaron en silencio una multitudinaria marcha con velas desde el Congreso hasta la Casa de la Provincia de Buenos Aires, donde se hizo un acto para pedir justicia. Al frente de la movilización iba una bandera argentina de una cuadra de largo con una franja negra en el medio, cargada por representantes de la comunidad educativa de Moreno. Detrás, amigos y familiares de Sandra y Rubén, junto con integrantes de la Escuela 49, encabezaban la extensa columna de manifestantes. “Estoy plenamente segura que este hecho, que esta tragedia que pudo evitarse será el inicio de la construcción de una etapa de Argentina”, proclamó Mabel Zurita, esposa de Rubén.
“Los papás y los chicos dicen que eran dos ángeles. Creo que eso resume el recuerdo que tenemos que tener de ellos porque eran dos docentes comprometidos con la educación pública y con los pibes”, opinó Roberto Baradel, secretario general de Suteba. La movilización fue convocada por el Frente de Unidad Docente Bonaerense (AMET, FEB, Sadop, Suteba y Udocba), que culpó a la gobernadora María Eugenia Vidal por lo sucedido. “Apenas asumió se reunió con nosotros y le dijimos cómo estaba la situación en la provincia, después nunca más”, le dijo Baradel a PáginaI12. Asimismo, sostuvo que la actitud de la gobernadora “es vergonzosa” porque “parece que todo el mundo es responsable menos ella que gobierna hace dos años y ocho meses”.
El dirigente de Suteba informó que siguen cerradas 853 escuelas en toda la provincia porque las cuadrillas enviadas por los municipios encuentran escapes de gas, estructuras en mal estado y paredes llovidas, entre otros problemas. “Han enviado gasistas a verificar pérdidas de gas, sacar los medidores y clausurar las instalaciones de gas. Con eso evitan el riesgo, pero no resuelven la situación –afirmó–. Si las autoridades no hacen lo que tienen que hacer, esto le puede pasar a cualquiera”.
Marcela Corvalán y Hernán Pustilnic eran compañeros y amigos de Sandra y Rubén. Ambos llevaron la bandera de arrastre y leyeron discursos en el escenario montado frente a la Casa de la Provincia. “Eran de una calidad humana intachable”, le contó Corvalán a PáginaI12, mientras que Pustilnic dijo estar “acongojado, pero feliz por la cantidad de gente que vino y que nos está apoyando en esta lucha”. Asimismo, informó que de las 280 escuelas que hay en Moreno, salvo dos, todas están sin dar clases. “Los directivos se juntaron y decidieron suspender las clases porque todas las escuelas de Moreno tienen alguna falencia en infraestructura, casi todas de gas”, dijo el docente.
El acto se inició con el izamiento de las banderas argentina y provincial a media asta, ambas con un lazo negro, mientras sonaba “Aurora”. La primera en leer su discurso fue Corvalán, quien denunció el mal estado en el que se encuentran las escuelas bonaerenses y que “se tuvieron que perder dos vidas para que se tome conciencia”. “Si no decimos basta, esto va a volver a pasar. Esto no fue un accidente, fue un asesinato”, afirmó.
Por su parte, Pustilnic leyó una carta escrita por Maxi, la pareja de Sandra. “Solo nos queda tu amor por la escuela pública, siempre dejándolo todo y más”, dijo. También responsabilizó al gobierno por lo sucedido en la Escuela 49 y los acusó de no interesarse por la educación pública, los alumnos ni los docentes. “No quería tu partida, pero ya que la desidia te mató quiero que eso sea un quiebre”, sostuvo.
Después tomó el micrófono Zurita, la esposa de Rubén, quien con vehemencia recordó a su esposo y a Sandra como “un héroe y una heroína invisibles”. “Recuerdo las miles de veces que transitamos las calles con pasión y compromiso en cada una de las jornadas de lucha en defensa de los derechos sociales y en defensa de la escuela pública. Ni el frío ni la represión nos detenían”, afirmó. Zurita habló en representación de los docentes bonaerenses y aseguró que ellos no toman a los chicos como rehenes, sino que son “los que vivenciamos la realidad de cada una de las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires y el resto del país. Somos los y las que afrontamos la desidia, la marginalidad, la desolación, la indiferencia y el abandono”. Para ella, la tragedia fue “el resultado de no haber sido escuchados”.
El acto finalizó con el himno nacional interpretado por la Orquesta de Música Popular Raíces de Moreno, dirigida por un ex docente de la Escuela 49. Después, una voz gritó: “Sandra y Rubén” y la multitud contestó “¡Presentes!”.
Informe: Ludmila Ferrer.