“Logramos lo que nunca pensamos: que millones de personas hayan sido convocadas por el trabajo articulado de la Campaña con otros espacios. Fue algo épico”, se emociona la abogada Nelly “Pila” Minyersky, al borde de los 90 años, convertida en ídola de adolescentes feministas. “Hay que ser muy claros en el mensaje: el Congreso no rechazó la legalización del aborto. Es nuestro sistema bicameral, en todo caso, el que no hizo posible que hoy tengamos una ley, pero los representantes del pueblo, los diputados nacionales, están a favor mayoritariamente y ese es un paso importantísimo”, puntualizó la diputada del PRO, Silvia Lospennato, integrante del grupoL@sSoror@s.
“Hay un antes y un después. Quedó al desnudo la falta de representación de muchos senadores y senadoras. Que de los trece radicales, nueve hayan votado en contra fue muy doloroso porque la UCR tienen una tradición laica”, apunta la ex diputada María Luisa Storani, quien trajinó hasta último momento los pasillos legislativos para tratar de dar vuelta votos antiderechos en su partido. “Esto no terminó. Es parte de un largo proceso en la conquista del derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. No tiene vuelta atrás”, analiza la socorrista y docente neuquina Ruth Zurbriggen, a punto de subir al avión de regreso a su provincia. “Se levantó el tabú sobre el aborto y esta experiencia de las mujeres ha cobrado textura para toda la sociedad” pero además, que el aborto “haya estado en boca de los varones, ha sido algo inédito porque salieron del silencio cómplice”, destaca la socióloga Silvina Ramos, directora de la Diplomatura virtual en Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos para América Latina (Cedes-Universidad Isalud). “Hay que facturar sobre lo que prometieron: exigir educación sexual integral y protocolos de atención de las interrupciones legales de embarazo en todas las provincias. Ir a fondo con lo que ya tenemos. Y seguir con las dos R: resistencia y resiliencia”, agrega la historiadora e investigadora del Conicet, Dora Barrancos. “No perdimos. Y no nos han vencido”, reafirma la abogada del CELS, Edurne Cárdenas.”A los 16 años ya votamos, a los que levantaron la mano tan impunemente, no vamos a votarlos, que lo sepan”, advierte la dirigente estudiantil Ofelia Fernández.
Página/12 consultó a ocho mujeres para analizar lo que dejó la jornada histórica del 8A: ocho voces de distintas generaciones y procedencias, comprometidas con la lucha por la despenalización y legalización del aborto, integrantes de la Campaña o aliadas políticas y estratégicas, que reflexionaron sobre el rechazó a la media sanción de Diputados del proyecto de Interrupción Voluntaria de Embarazo y los desafíos hacia delante.
1 Nelly “Pila” Minyersky, una de las redactoras del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito:
“Parece contradictorio pero no estoy triste. Logramos algo que nunca pensamos que lograríamos: que millones de personas hayan sido convocadas por el trabajo de la Campaña y los espacios aliados. Fue algo épico. Di cantidad de entrevistas en estos días, como nunca. El cariño de la gente que recibí en la calle es inmenso. El debate sirvió para desnudar quienes tenemos razón y eso me da mucha tranquilidad y muchas ganas de seguir peleando. Los senadores se equivocaron mucho. Lamento que ese tipo de representantes pueden hacer perder la confianza de los más jóvenes en el sistema representativo. Vimos a una senadora que votó en contra sin haber leído el proyecto, al senador Adolfo Rodríguez Saa que sigue repitiendo argumentos falaces de inconstitucionalidad. Quedó en evidencia que el discurso de las dos vidas no tiene sustento jurídico ni biológico: enarbolan la bandera del embrión porque al embrión no le tienen que ofrecer nada, no le tienen que construir escuelas ni hospitales, ni darle alimentación. Hablan de un derecho solo para castigar a las mujeres. Es un discurso hueco. Si es persona el embrión, condenemos el aborto como homicidio y no tengamos embriones congelados. La gran virtud que tuvo la discusión en el Congreso fue que nos escuchó la sociedad. Nuestra responsabilidad, desde la Campaña, es ver como esos lazos que se construyeron con la juventud, actrices, escritoras, y periodistas,los consolidamos”.
2 María Luisa Storani, ex diputada radical, integrante de la Campaña:
“Logramos lo que venimos buscando las feministas hace años: que la gente se apropie del tema. Ganamos el cambio generacional, que tiene que ver con otra cultura. Viene de la mano de un afianzamiento democrático: todo el proceso de debate en la Cámara de Diputados mostró una articulación con la sociedad civil y tuvo como resultado que algunos cambiaran su voto para apoyar la media sanción; al revés de lo que sucedió en el Senado. Quedó en evidencia la irresponsabilidad de muchos de ellos y su falta de representación, las provincias del norte que votaron mayoritariamente en contra, el salteño Rodolfo Urtubeyque al justificar la violación, desnudó su cabeza patriarcal y machista. Fue muy doloroso para mí el voto contrario de 9 de los 13 senadores radicales. No se condice con los ideales de la UCR, con su tradición laica y de afianzamiento de derechos de Ilia, Yrirgoyen y Alfonsín. Urge una renovación del partido. A los que votaron en contra no hay que ayudarlos en su reelección. Seguramente ahora vendrán intentos de avanzar con proyectos que busquen retrocesos en derechos ya consagrados. Pero hay que exigir el cumplimiento del fallo FAL. Cuando volvamos el año próximo con el proyecto de legalización del aborto, como el tema ya está instalado, va a ser más fácil”.
3 Ruth Zubriegger, de Socorristas en Red y la campaña:
“Viví el 8A con muchas emociones y muchas expectativas y me sorprendí con cada recorrida que hice por las calles, en los alrededores del Congreso, desbordadas de verde. Me dio mucho orgullo ver que andamos un feminismo capaz de armar tantas articulaciones y alianzas. En todo el país hubo movilizaciones creativas. Fue un evento político muy importante que dio cuenta de esa idea de que “estamos haciendo historia”, historia feminista, que nos desafía cada vez más. De todas formas, los 38 votos en contra me dejaron un sabor amargo que todavía estoy procesando en el cuerpo. Si bien sabíamos que era muy difícil que se apruebe, creo que no tomamos dimensión del poderío al que nos estábamos enfrentando. Las argumentaciones en contra hablan de un lugar oscurantista, tan rancio y conservador de la política, que no sé si medimos. Sabemos que nuestros derechos no se miden en el Senado, pero necesitábamos los votos. Me dieron vergüenza muchas de las intervenciones e incluso, el festejo de la vicepresidenta Gabriela Michetti. Pero esto no terminó. Es parte de un largo proceso en la conquista del derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Esto no tiene vuelta atrás. Después de la votación, llegaron a nuestra página de Socorristas, muchos mensajes de mujeres que quieren sumarse para acompañar a otras mujeres en la experiencia del aborto. Es importante que sigamos con acción callejera, que no nos saquemos los pañuelos verdes, y que no se deje de hablar del aborto. El mayor cambio es que a la clandestinidad no queremos volver más. Es una apuesta fuere. Todo un programa político sobre el que hay que seguir empujando”.
4 SilviaLospenatto, diputada del PRO:
“La sesión del Senado nos deja el sinsabor de no haber conseguido la sanción de la ley pero, sobre todo, de no haber tenido ni siquiera un proyecto alternativo. Los senadores tenían la posibilidad de señalar hasta donde creían que debía avanzarse y qué mirada tenían sobre un problema, y la única respuesta que tuvimos, fue el rechazo y dejar todo como está. Espero que en los próximos meses, si efectivamente hay un debate sobre el Código Penal, los senadores que se manifestaron muy mayoritariamente a favor de la despenalización por lo menos presenten una propuesta en ese sentido. Después del debate, de la instalación del tema en la agenda social y en la conciencia colectiva, es importante empezar a buscarle una respuesta desde el Estado. Para mí la única posible, la mejor, ypor la que voy a seguir luchando es la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Pero creo que el peor escenario es dejar todo como está y hacer como que no conocemos lo que pasa. A pesar de la respuesta que dio el Senado, es claro que la sociedad avanzó muchísimo, al visibilizar esta realidad, absolutamente oculta y creo que las mujeres ya no se van a sentirse tan solas, (cuando aborten), aun cuando siga esta legislación que las penaliza, van a poder hablar y sentir menos culpa. Y es un paso. Y también nos sirvió para conocer a todos los legisladores, para escucharlos en profundidad. No ha habido otros temas que hayan despertado tanto interés social de saber qué es lo que piensan quienes nos representan. Hay que ser muy claros en el mensaje: el Congreso no rechazó la legalización del aborto. Es nuestro sistema bicameral, en todo caso, el que no hizo posible que hoy tengamos una ley pero los representantes del pueblo, los diputados nacionales, están a favor mayoritariamente y ese es un paso importantísimo”.
5 Dora Barrancos, investigadora del Conicet, docente universitaria, integrante de Incidencia Transversal y la campaña:
“El conjunto de la movilización callejera fue de mucha energía y potencia. Compartir con hijas, amigas, militantes, compartir las experiencias de aborto, fueron días de mucha sensibilidad, más allá de que el escenario era muy hostil. Sí me dieron mucha bronca ciertas defecciones. Se escucharon discursos contradictorios como el del senador Romero, que reconoció que con la penalización no se resolvía el problema del aborto, pero igualmente votó en contra. Queda la promesa de que algo hay que hacer. Tenemos que exigir los protocolos de atención de los abortos que ya son legales, la educación sexual integral. Vamos a cobrar sobre ciertas promesas. Hay que facturar sobre lo que dijeron. Ahora hay que ir a fondo con lo que ya tenemos. Y el año próximo arremeteremos nuevamente para lograr la sanción de una ley para despenalizar y legalizar el aborto”.
6 Edurne Cárdenas, abogada del CELS, que forma parte de la campaña:
“Fue una jornada muy emocionante, porque a pesar del clima, que fue realmente adverso, y los pronósticos en relación a la votación, que no eran tan optimistas, lo que se vivió en la calle fue un acto de resistencia y de fiesta. Eso no nos lo quita nadie. Fue de resistencia y apropiación del espacio público que nos pertenece y es el espacio de nuestras luchas históricas, como movimiento de mujeres, y de derechos humanos. No perdimos. Y no nos han vencido. Lo que nos han dejado estos meses de debate parlamentario es, por un lado, haber puesto sobre la mesa algunos compromisos sobre todo de quienes están en contra. Y eso tenemos que aprovecharlo para fortalecer nuestros derechos. Nos queda un trabajo muy fuerte para garantizar los derechos que ya tenemos. No hayvuelta atrás. Muchos de los que votaron en contra, incluso, dijeron que no están a favor de penalizar a las mujeres. Sin dudas, hay que trabajar en fortalecer la educación sexual integral, las capacitaciones de los profesionales de la salud, garantizar los abortos que ya son legales, que se produzca misorpostol y se apruebe la mifepristona, (la otra medicación para realizar abortos). Nos dejó muchos aspectos positivos. Si creo que hay que cobrárselas a quienes se opusieron porque malgastaron y agredieron el debate democrático, con mentiras, con falacias, y eso no puede ser gratis”.
7 Silvina Ramos, de la Red de Acceso al Aborto Seguro:
“Tengo emociones inéditas, difíciles de descifrar. Me siento un poco frustrada pero al mismo tiempo con la alegría de saber que lo vamos a lograr más temprano que tarde. Las mujeres que transitamos la década de los 60, compartimos con nuestras hijas, las hijas de nuestras amigas. Esa transferencia generacional demuestra que este proceso es imparable. Ha sido un debate muy desigual. Por un lado, la fuerza de los argumentos y de la evidencia científica, del otro, la chatura y la frivolidad del dogma. Verte del lado del pensamiento argumentativo de da un enorme poder y fuerza. Confío plenamente en la capacidad que tenemos las sociedades de transformar. Se levantó el tabú del aborto y esta experiencia de las mujeres ha cobrado textura para toda la sociedad, que se dio cuenta de que lo que se discutía es la agencia moral de las mujeres para tomar decisiones sobre nuestras vidas. Es una idea tan profundamente feminista que no puede menos que darme buenas esperanzas. No creo que pudiéramos haberlo hecho mejor. Nos topamos con limitaciones de una parte de la dirigencia y la cultura política. Sin duda, se pondrá el aborto en la agenda electoral del año próximo. Y que el aborto haya estado en boca de los varones, ha sido algo inédito porque salieron del silencio cómplice”.
8 Ofelia Fernández, dirigente estudiantil, de Izquierda Popular:
“Los responsables directos de la no sanción de la ley tienen que registrar y hacerse cargo de las muertes que van a seguir ocurriendo por abortos clandestino y por la ausencia del Estado. El resultado de a votación expresa una crisis del sistema político que termina no siendo democrático, cuando una demanda que se alza con tal fuerza se la ignora. Se han encargado de mentirnos. El tiempo hasta que vuelva a discutirse la ley tenemos que usarlo para tapar el vacío de las instituciones, aparecer como espacios de trinchera, para garantizar el mejor desarrollo para las mujeres que van a seguir abortando. Esta lucha no es por el aborto en sí, sino que es por la emancipación en general, por el derecho a la mujer a vivir su sexualidad como ella quiera y por entender a instituciones como la Iglesia y a sectores del poder político más importantes hoy como enemigos de esta pelea por un feminismo popular, que cada vez es más amplia, más plural y más perseverante. La juventud crece al calor de las calles, se organiza desde abajo, desde las escuelas. A los 16 años ya votamos, a los que levantaron la mano tan impunemente, no vamos a votarlos, que lo sepan”.