Tras el operativo realizado en las tierras recuperadas por los mapuches en marzo de 2015, hasta entonces en manos del empresario textil Benetton, dos integrantes de la comunidad quedaron detenidos. “Entraron a los tiros, golpearon a los hombres, esposaron a las mujeres, rompieron todo. Eran alrededor de 200 gendarmes y dos drones para reprimir a una comunidad de diez adultos y cinco chicos. Nos tratan de indios terroristas que queremos sembrar el pánico y ahora el pánico lo instalan ellos”, denunció a Página/12 Soraya Maicoñia. A pesar de que al mediodía, Gendarmería mantenía el bloqueo a los tres accesos a la comunidad por las rutas 258, 40 y un camino alternativo que conecta con Esquel, una acción de amparo logró frenar el desalojo, ordenado por el juez federal Guido Otranto.
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“El fondo del conflicto es que recuperamos las tierras para el pueblo mapuche que estaban en manos de Benetton, dueño de más de un millón de hectáreas en la Patagonia. Hay documentos históricos que prueban que aquí vivían nuestros pueblos antes de la Conquista del Desierto cuando les entregaron las tierras a los ingleses. En 1994 Carlos Menem se las vendió a Benetton por muy poca plata”, advirtió Maicoñia, quien agregó que "tuvimos dos instancias de dialogo con los funcionarios de la provincia y los empresarios que manejan el tren. Ya les habíamos dicho que íbamos a levantar las barricadas pero con la condición de que nos avisen cada vez que pasa”.
La comunidad Pu Lof reclama, además, que los habitantes de los diez pueblos indígenas instalados a lo largo de los 500 kilómetros que separan a la comunidad de Esquel puedan usar los servicios los servicios del tren para romper su aislamiento.