Desde Santa Fe

Una militante feminista de 15 años fue interceptada a cien metros de la Catedral Metropolitana por dos varones también menores de edad que le cortaron la cara con una hoja de afeitar, le rasuraron media ceja izquierda “para que no pueda salir a la calle” y le robaron dos pañuelos que llevaba en la mochila, el verde y otro color naranja que simboliza la separación de la Iglesia y el Estado. La agrupación “Juntas y a la Izquierda de Santa Fe” asoció el hecho a la escalada de violencia que comenzó el martes durante el pañuelazo en la Catedral, cuando las atacó un grupo antiderechos que responde al partido Bandera Vecinal, al que identificaron -con videos, fotos y nombres- ante el Ministerio Público de la Acusación y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. Siguió después con las intimidaciones telefónicas a la referente del espacio, Jimena Sosa y ahora se sumó la celada a una adolescente a la que le tajearon el rostro por sus ideas y militancia. “Los ataques van a seguir si los patoteros no son castigados por la justicia”, dijo “Juntas y a la Izquierda” y reclamó al gobierno de Santa Fe que “garantice la tranquilidad y los derechos democráticos de todas las compañeras que quieren seguir manifestándose por el derecho al aborto. No vamos a parar hasta que se esclarezcan los hechos y se castigue a todos los culpables”.

La emboscada a la joven de 15 ocurrió el sábado, entre las 18.10 y las 18.30, en la esquina de San Jerónimo y monseñor Vicente Zazpe, a una cuadra de la plaza de Mayo y la Catedral y a dos de la Casa Gris. Recién trascendió ayer cuando la seccional 2ª comunicó la denuncia al Centro de Asistencia a la Víctima de la Defensoría del Pueblo.

La adolescente había participado en una asamblea de militantes en un domicilio particular en San Jerónimo al 2000, en el microcentro, que terminó alrededor de las 18. Caminaba sola hacia su casa, en el barrio Sur, cuando los dos agresores la interceptaron en la esquina de Monseñor Zazpe. Uno de ellos la inmovilizó con los brazos detrás de la espalda y el otro le marcó la cara con una hoja de afeitar y hasta le rasuró la mitad de la ceja izquierda “para que no pueda salir a la calle”. Le dijeron de todo. Le agarraron la mochila y le robaron los dos pañuelos, el verde y el naranja. La familia hizo la denuncia en la seccional 2ª, en avenida General López y Saavedra y las lesiones fueron constatadas por el médico legista, en la seccional 1ª.

La persecución comenzó el martes luego del pañuelazo en la Catedral, cuando un grupo antiderechos que responde al partido Bandera Vecinal atacó a estudiantes de escuelas secundarias y del colectivo LGBTQ que habían participado en el acto. “La Policía no actuó, dejo la zona liberada a los violentos y hasta justificó su accionar”, reveló Juntas y a la Izquierda. A la noche, siguieron las amenazas telefónicas a Jimena Sosa.

“Estos hechos no deben quedar impunes”, dijo. Y reveló que las denuncias ante el Ministerio Público de la Acusación y la Secretaría de Derechos Humanos identifican con nombres y apellidos “a cada uno de los integrante de esta organización neo nazi” que participaron en los ataques y aportan las pruebas: fotos, videos y testimonios para “iniciarle una causa judicial a estos reaccionarios”.