Otra vez un edificio judicial fue blanco de una feroz balacera: la sede del Ministerio Público de la Acusación, en Montevideo 1968. El frente del inmueble recibió poco antes de las tres de la mañana, seis balazos que perforaron ventanas, vidrios de la puerta y dejaron rastros también en la mampostería. Los tiros partieron, según el primer testimonio policial, de una moto enduro tipo Tornado que pasó a buena velocidad por Montevideo, seguida por un automóvil marca Renault 9, con varias personas a bordo. Luego de una rápido operativo y una larga persecución e intercambio de disparos el coche fue interceptado en Avellaneda y bulevar Segui. Seis personas en total fueron detenidas. Un rato después, cerca de las cuatro de la mañana,  dos efectivos policiales, uno de la Policía de Acción Táctica y otro de Infantería, resultaron detenidos por Gendarmería, cuando se intercambiaban ropas en el acceso sur con un tercero, civil, que tenía entre sus prendas un cargador con balas nueve milímetros intacto. El dúo policial estaba sobre una moto de similares características a la del atentado. Al cierre de esta edición las viviendas de estos tres últimos estaban siendo allanadas en busca de pruebas.

El Renault 9 que usaron los tiradores para escapar.

El nuevo ataque, que eleva a 14 el número de una saga unida con similares características, tuvo un rasgo distintivo: hay nueve personas apresadas a minutos del hecho.

El Ministerio de Seguridad informó que el atentado fue entre las 2.30 y 2.50 de la madrugada. La Policía montó un operativo cerrojo y logró interceptar a algunos de los sospechosos. El vocero de la MPA, Sebastián Carranza, relató que “el Renault 9 fugó hasta calle España, dobló hacia zona sur y comenzó una persecución de personal policial. Hubo dos intercambios de disparos en la zona de Crespo y 24 de Septiembre. Cuatro personas descendieron del vehículo y se dieron a la fuga a pie. Personal policial continuó la persecución del vehículo siendo detenido su conductor en la estación de servicio de bulevar Seguí y Avellaneda”, relató el vocero. José Alberto C., de 23 años, es el apresado en esa circunstancia. Los efectivos hallaron cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros en el interior del auto. Son compatibles con los casquillos encontrados frente a Fiscalía.

Por su parte, el jefe de Policía, Juan Pablo Bengoechea, explicó otra derivación del operativo posterior al atentado. Afirmó que en Santa Matilde y Uruguay detuvieron a otras cuatro personas en momentos en que intentaban robar una pick up Ford F100. Agregó que las descripciones físicas de esas personas coinciden con la de los tiradores en Montevideo 1968 y suponen que se trata de quienes se arrojaron del Renault 9 durante la persecución.

Los apresados en este segundo momento están identificados como Juan Cruz M., de 20, Osvaldo R., de 17, Nahuel R., de 17, y Geremías V., de 18. Bengoechea añadió que varios tienen antecedentes penales.

Hubo otra detención en Godoy y Lima. Es la de Carlos RD., cuya relación con los otros apresados y la balacera se investiga. En principio, fue demorado por coincidir algunas de las prendas que llevaba y la descripción física con datos aportados por los efectivos que participaron del operativo cerrojo.

Por su parte, Gendarmería detuvo cerca de las cuatro de la madrugada a tres personas en Uriburu y Colectora, cerca del acceso sur a Rosario. Personal de la fuerza federal los abordó al notar que estaban intercambiándose ropa en una actitud que juzgaron sospechosa. A su lado, había una moto que en una primera versión del ataque a Fiscalía figuraba como uno de los vehículos de los agresores. El trío emprendió la huida apenas se acercaron los gendarmes, que los persiguieron hasta Isola al 500 bis. Allí les dieron alcance. Uno de los tres portaba un cargador 9 milímetros completo. Otra sorpresa: dos son policías de acuerdo con el informe de Fiscalía. Los vínculos con la balacera de la madrugada no están determinados, pero se investiga si los hay. Se trata de efectivos de la Policía de Acción Táctica y de Infantería.