El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil registrará hoy la candidatura a la presidencia del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, día límite para hacerlo según la ley brasileña. Los otros doce candidatos que participan de la contienda ya se inscribieron o anunciaron que también lo harán hoy.

“Muchos tenían dudas de que llegaríamos con el candidato del pueblo a esta fecha del calendario electoral. Pues bien, llegamos e iremos más allá: hasta el 7 de octubre, con el nombre de Lula en la urna electrónica”, declaró la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en una nota publicada ayer en el diario brasileño Folha de San Pablo. 

La senadora petista afirmó, además, que por la coalición con el Partido Comunista de Brasil inscribirán a la ex diputada Manuela D’Avila como vice de Lula y aclaró que Fernando Haddad se presenta como representante del ex presidente en esta fase de la campaña. Hoffmann aseguró, asimismo, que al registrar al líder del PT como candidato, le ofrecían a Brasil una salida pacífica y legítima a la crisis que están viviendo. A su vez, la presidenta del PT se mostró optimista de cara a que Lula pueda ser candidato, a pesar de estar preso desde abril. “Los antecedentes de la Justicia Electoral confirman la legitimidad de la postulación. ¿Por qué no valdrían para Lula? Sólo por una violencia jurídica.”, aseguró Hoffmann. 

El popular ex mandatario también reafirmó su candidatura y denunció el proceso que llevó a su condena ayer al publicar una nota en el diario estadounidense The New York Times. “Las fuerzas de la derecha me condenaron, me encarcelaron, ignoraron la evidencia abrumadora de mi inocencia y me negaron el hábeas corpus solo para impedir que me postulara a la presidencia. Pido respeto por la democracia”, aseguró Lula y sentenció: “Si me quieren derrotar de verdad, háganlo en las elecciones”.

Los apoyos a la candidatura del ex jefe de Estado se suman de a miles y traspasan las fronteras. Ayer, la presidenta del Supremo Tribunal Federal, Cármen Lúcia, recibió en Brasilia a referentes de movimientos sociales, artistas, juristas y activistas por los derechos humanos, entre los que se encontraba el premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, para pedir por la libertad de Lula. Durante la reunión, que duró aproximadamente una hora, la delegación le entregó un documento con 240 mil firmas a favor del ex presidente, informó el diario brasileño Jornal do Brasil. “Le dije que tome conciencia de que Lula es un preso político”, declaró Pérez Esquivel tras la reunión y dijo que esperaba que su mensaje llegase al corazón de la magistrada. El Nobel, además, afirmó  que el ex mandatario había sido reconocido como preso político por las Naciones Unidas, y que había que encontrar una salida que fuera justa para el bien del pueblo de Brasil y de toda América Latina. “El próximo día 16 espero visitar a Lula para decirle que estamos trabajando internacionalmente por su libertad”, afirmó, asimismo, Pérez Esquivel durante una rueda de prensa, según informó la cadena TeleSur. 

Hoy, la Marcha Nacional Lula Libre, que confluyó ayer en la capital, llevará a cabo actos para acompañar el registro de la candidatura. Se espera que los manifestantes escolten a los representantes del PT a la sede el Tribunal Superior Electoral (TSE). Componen la marcha el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), además de otras asociaciones de trabajadores, juveniles y de comunidades indígenas y la apoyan políticos e intelectuales de izquierda. “La caminata hasta el TSE comienza a las 14 horas con la participación de miles de manifestantes. La llegada al tribunal estará marcada por un gran acto , con la presencia de Fernando Haddad, Gleisi Hoffmann, Manuela D’Avila y diversos líderes del PT, movimientos sociales y personalidades democráticas”, se informó desde la página oficial del ex mandatario. La Marcha organizada por el MST está conformada por tres columnas que salieron desde distintos puntos del país el viernes pasado. Una de ellas partió del estado de Goiás; otra, desde el sur y el sudeste, reuniendo a los militantes de Río Grande del Sur, Santa Catarina, Paraná, Espírito Santo, Minas Gerais y San Pablo, y la última desde de la Amazonía y del Centro-Oeste de Brasil. 

Según la última encuesta publicada por Datafolha, Lula alcanzaría el 30 por  ciento de los votos, 13 puntos por encima del diputado ultraconservador Jair Bolsonaro del Partido Social Liberal, que se posiciona en segundo lugar. En el tercero se encontraría la ex senadora centrista Marina Silva de Rede, 20 puntos por debajo del ex mandatario. Sin embargo, según la encuestadora, en un posible escenario electoral sin Lula, Bolsonaro lideraría con el 19 por ciento y Silva subiría hasta el 15. En este escenario el izquierdista del Partido Democrático Laboralista, Ciro Gomes, se ubicaría como la tercera opción, con el 10 y el 11 por ciento de intención de voto, mientras que Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña, llegaría a siete y el senador laborista Álvaro Dias del partido Podemos tendría el seis por ciento. Guilherme Boulos del Partido Socialismo y Libertad, João Amoêdo de Partido Novo y Henrique Meirelles del gobernante Movimiento Democrático Brasileño tendrían el uno por ciento cada uno. 

Bolsonaro ya registró su candidatura y propuesta de gobierno en el TSE. El candidato propone reducir la deuda pública en un 20 por ciento y simplificar la estructura tributaria del país. Para solucionar la situación económica, Bolsonaro propone acciones que van desde privatizaciones de empresas estatales, concesiones y venta de propiedades inmobiliarias del Estado. Sin embargo, no especifica qué empresas o bienes serían privatizados, vendidos o concedidos. “Algunas estatales quedarán extintas, otras privatizadas y, en una minoría por su carácter estratégico serán preservadas”, dice el documento presentado al órgano electoral.