El movimiento de derechos humanos despidió a Ilda Micucci, integrante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo y titular de Memoria Abierta. Falleció ayer a los 92 años, cuando se estaba recuperando de una herida en una pierna. “Era un pilar”, describió Graciela Lois, integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones Políticas y secretaria de Memoria Abierta. La despidieron, además, las Madres, las Abuelas, los Hijos y el Espacio Memoria, que funciona en la ex ESMA.
“Tantas veces hemos conversado cálidamente contigo sobre logros y retrocesos, sobre nuestras edades avanzadas y los avances de la gente joven, que la noticia de tu fallecimiento nos golpea pero, también, nos recuerda tu sabio conocimiento de los límites que todas tenemos”, fueron las palabras que le dedicaron las Madres-LF, quienes la despidieron con un texto: “Cómo vamos a extrañar tu palabra de clara docencia, tu gesto tranquilo y ese consejo tan sensato que varias veces hemos escuchado. Repetiremos tu nombre en las malas y en las buenas, Ilda amiga, que a tu modo sigues con nosotras. El eco de tu voz gritará con nosotras: ¡No al perdón, no a la reconciliación, no a los genocidas libres o en cómodas prisiones domiciliarias!”.
Micucci era docente. Se acercó a las Madres de Plaza de Mayo a mediados de 1977, seis meses después de que su hija Viviana y su hijo Daniel fueran secuestrados y después de haber hecho, junto a su marido, “cuanta cosa se nos hubiera ocurrido hacer por nuestra cuenta”, según rememoró en una entrevista que ofreció para el archivo oral de Memoria Abierta.
Graciela Lois la recordó ayer como una mujer de “perfil bajo, pero sólida, que sabía ocupar lugares con compromiso e inteligencia”. “La vamos a extrañar mucho”, completó.
Daniel, el hijo de Ilda, tenía 23 años cuando fue secuestrado en Pilar, provincia de Buenos Aires. Era estudiante de Química. Viviana tenía 26 y trabajaba en la biblioteca del Centro Panamericano de Zoonozis, estudiaba el oficio. Fue llevada de su casa, en Martínez, también al norte del conurbano bonaerense. Ilda fue secuestrada con ellos y liberada unos días después.
En 1988 fundó junto a Vera Jarach y más familiares de desaparecidos la Fundación Memoria Histórica y Social, con el objetivo de “llevar adelante la tarea de la memoria, de conocer y mantener vivos a los desaparecidos para estar alerta a que no vuelva a ocurrir una cosa así”, describió en una entrevista.
Ayer, desde la agrupación Hijos Capital saludaron a las Madres de Plaza de Mayo “ante esta despedida”: “Nuestro abrazo. Con ustedes, siempre”.
Los miembros del Espacio Memoria manifestaron su “dolor” por la muerte de Ilda y la recordaron con extractos de una de las últimas entrevistas que ofreció para el equipo de comunicación del organismo. “Nosotras somos quienes somos por todo lo que nos pasó. La lucha sigue existiendo y el desafío está en poder reflexionar sobre lo que sucedió. Nuestra sociedad no puede ser igual después del terrorismo de Estado, no podemos meter eso debajo de la alfombra”, les dijo en su momento la madre y titular de Memoria Abierta.
“Desde aquí la recordaremos por siempre y apelaremos a la lucidez de su mirada”, la despidieron los integrantes del Espacio Memoria.